Tras la victoria en el GP de Hungría de Fórmula 1, Max Verstappen tuvo una pequeña pérdida. Y es que Lando Norris, segundo clasificado en la carrera, fue muy impetuoso en el momento de abrir el champán, llevándose como víctima al trofeo del piloto holandés.
La victoria del integrante de Red Bull Racing significó la número 12 consecutiva para el equipo, un récord dentro de la máxima categoría, mientras que a su lado estuvo Lando Norris con el McLaren, que desde el Gran Premio de la Gran Bretaña se ha consolidado como la segunda fuerza.
Con su propia rutina de hacer estallar champán desde su segundo escalón del podio, Norris golpeó la botella contra la zona donde Verstappen había dejado su trofeo de ganador, esto provocó que la pieza que le correspondía al ganador terminó en el suelo rota.
La parte inferior del trofeo y la superior resultaron dañadas.
Desde la cuenta de Twitter de McLaren han pedido disculpas por lo sucedido y ahora se espera conocer si la organización de la carrera creará un nuevo trofeo para el holandés.
Al terminar la ceremonia, Norris dijo en la conferencia de prensa respecto a lo sucedido: «No estoy seguro de lo que pasó. Max simplemente lo colocó demasiado cerca del borde».
Ante esto, Verstappen respondió: «La próxima vez lo quitaré y lo protegeré».