Brasil tiene sus propios ‘tiburones de cocaína’

Investigadores brasileños encontraron rastros de cocaína en los músculos e hígados de 13 tiburones de nariz puntiaguda capturados en aguas costeras cerca de Río de Janeiro, recogió Science el pasado viernes.

Enrico Mendes Saggioro, ecotoxicólogo del Instituto Oswaldo Cruz, y sus colegas tenían curiosidad por saber si los tiburones podían estar expuestos a la cocaína, ya que esta droga se ha detectado en aguas residuales y ríos de Brasil. Probablemente, la droga llega al mar directamente a través de los desagües de los laboratorios ilegales donde se refina la cocaína; por las aguas residuales sin tratar con desechos provenientes de los consumidores o tal vez en forma de alijos perdidos o tirados por los traficantes.

Debido a que los tiburones de nariz puntiaguda brasileños (‘Rhizoprionodon lalandii’) tienen hábitos costeros, la probabilidad de ingerir esta droga es bastante alta. En efecto, los 13 tiburones juveniles y adultos pequeños comprados a pequeños barcos pesqueros contenían concentraciones de hasta 100 veces superiores a las encontradas anteriormente en otras criaturas acuáticas. El estudio se publicó el pasado lunes en Science of the Total Environment.

Posibles efectos negativos

Los expertos están preocupados por si los tóxicos presentes en el hígado de los tiburones pueden obstaculizar la producción de vitelogenina, que se convierte en la yema necesaria para los óvulos. Aunque se desconocen las consecuencias de la exposición de los fetos a la cocaína, la investigación puntualizó que todas las hembras del estudio estaban embarazadas y que la concentración de cocaína en el músculo era superior a la de los machos. La investigación no pudo determinar si la droga afecta al comportamiento de los tiburones.