La vitamina D y su impacto en la salud: cuánto necesita el cuerpo y por qué 

A pesar de su denominación como vitamina, según los expertos en salud, la vitamina D se comporta como una hormona debido a su participación en numerosos procesos biológicos. Su papel en la regulación del calcio y la salud ósea fue ampliamente estudiado, pero en los últimos años surgió una creciente evidencia sobre su impacto en el sistema inmunológico, la prevención de enfermedades autoinmunes y la salud metabólica.

Sin embargo, su deficiencia sigue siendo un problema de salud pública que afecta a millones de personas en todo el mundo, y este fenómeno también fue analizado por Science Focus.

Investigaciones recientes profundizaron en los efectos de la vitamina D en distintas patologías. Un metaanálisis realizado por científicos egipcios revisó 58 estudios sobre su relación con el COVID-19 y concluyó que las personas con niveles adecuados de este nutriente tenían menos probabilidades de padecer cuadros graves de la enfermedad y de desarrollar síntomas prolongados.

Asimismo, en Grecia, un equipo de investigadores reportó que la vitamina D puede contribuir a mejorar el control de la glucosa en pacientes diabéticos.

Más allá de estos hallazgos, la ciencia acumuló pruebas de que la vitamina D cumple funciones claves en el organismo. Su papel en la prevención de enfermedades autoinmunes fue motivo de numerosos análisis, al igual que su influencia en la tolerancia al ejercicio y en la reducción del riesgo de deterioro cognitivo y enfermedades neurodegenerativas.

Un nutriente con presencia en todo el cuerpo

Uno de los aspectos más destacados de la vitamina D es su capacidad para actuar en múltiples sistemas biológicos. “Tenemos más de 200 receptores de vitamina D en el cuerpo, en el cerebro, en las células inmunitarias, en las del corazón”, explica la profesora Susan Lanham-New, jefa del departamento de ciencias de la nutrición de la Universidad de Surrey.

Según la especialista, este extenso alcance hace que su influencia se extienda mucho más allá de la salud ósea y muscular.

La relación entre la vitamina D y la longevidad también fue motivo de investigación. Un análisis de datos del UK Biobank reveló que las personas con deficiencia de este nutriente tienen un 25% más de riesgo de mortalidad por cualquier causa.

Además, su impacto en la microbiota intestinal también es constantemente observado, ya que esta comunidad de microorganismos tiene un papel crucial para el bienestar general.

Los beneficios de la vitamina D fueron ampliamente documentados, pero su deficiencia continúa siendo un problema de salud pública que afecta a más de mil millones de personas en el mundo. En Estados Unidos, uno de cada cuatro ciudadanos presenta niveles insuficientes, mientras que en el Reino Unido más del 20% de la población se encuentra en la misma situación.

“Los grupos étnicos como los sudasiáticos y afrocaribeños no están suficientemente representados en la Encuesta Nacional de Dieta y Nutrición, pero sabemos que alrededor del 50% de ellos tiene deficiencia de vitamina D”, advirtió Susan Lanham-New, especialista de la Universidad de Surrey.