Los anteriores gobiernos de EE.UU. y de Europa estaban conscientes desde hace tiempo del alto riesgo de conflicto por la hipotética adhesión de Ucrania a la OTAN, pero continuaron con la expansión del bloque militar hacia el este, haciendo caso omiso de las preocupaciones reiteradamente expresadas por Moscú, reveló el lunes WikiLeaks en un video.
Un análisis de WikiLeaks de los cables emitidos por los embajadores estadounidenses antes de que estallara el conflicto, revelan que, «a pesar de numerosas advertencias y temores de que» la adhesión de Ucrania a la OTAN «podría conducir a la inestabilidad y la guerra civil en Ucrania y a una confrontación entre EE.UU. y Rusia», no se encontró ninguna evidencia de que Occidente hiciera «esfuerzos para abandonar esta línea de confrontación» con Moscú.
Preocupaciones por una guerra civil
El video comienza con un cable desclasificado escrito por el entonces embajador de EE.UU. en Moscú, William Burns, en febrero de 2008 bajo el título «‘Niet’ [no, en ruso] significa ‘niet’ — las líneas rojas de Rusia en la expansión de la OTAN«. El alto diplomático sostiene que las aspiraciones de Ucrania y Georgia de ingresar en la OTAN «no solo tocan una fibra sensible» en el país euroasiático, sino que «generan serias preocupaciones sobre las consecuencias para la estabilidad en la región».
Además, se indica que, según los expertos que consulta la misión estadounidense en Moscú, Rusia estaba «particularmente preocupada por la posibilidad de que las fuertes divisiones en Ucrania sobre la membresía en la OTAN, con gran parte de la comunidad étnica rusa en contra de la Alianza Atlántica, puedan conducir a una división importante, que desemboque en violencia o, en el peor de los casos, en una guerra civil«.
«En esa eventualidad, Rusia tendría que decidir si interviene, una decisión que Rusia no quiere tener que afrontar», concluye Burns.
Ucrania, «una causa potencial de guerra en Europa»
WikiLeaks también expone que los registros de los embajadores estadounidenses contienen advertencias similares por parte de los gobiernos de Alemania y Francia.
Así, un cable de septiembre de 2005 documenta una reunión entre el entonces secretario de Estado adjunto de EE.UU. para Asuntos Europeos y Euroasiáticos, Daniel Fried, con Maurice Gourdault-Montagne, asesor de política exterior del entonces presidente francés Jacques Chirac. El documento cita las advertencias de Gourdault-Montagne de que «la cuestión de la adhesión de Ucrania a la OTAN seguía siendo extremadamente sensible para Moscú». «Él concluyó que si quedaba una causa potencial de guerra en Europa, era Ucrania«, reza el cable.
En cuanto al Gobierno alemán, un cable del embajador estadounidense en Berlín, fechado en junio de 2008, informa sobre la reunión del entonces subsecretario adjunto para Asuntos Europeos y Euroasiáticos del Departamento de Estado de EE.UU., David Merkel, con diplomáticos alemanes sobre el tema.
Durante el encuentro, el diplomático Rolf Nikel sostuvo que «Rusia no debería tener ‘ninguna voz’ sobre quién podía unirse» al bloque militar, pero al mismo tiempo destacó que el contexto geoestratégico de una adhesión de Georgia a la OTAN era «muy diferente» a la de Ucrania.
«Mientras que Georgia era ‘simplemente un insecto en la piel del oso’, Ucrania estaba inseparablemente identificada con Rusia, desde la época de Vladímir de Kiev en 988», dijo.
En este sentido, WikiLeaks señala «una cosa muy clara» que deriva de los cables de la Embajada estadounidense: tanto Washington, como otros países de la OTAN «eran conscientes del gran potencial de conflicto que encierra la expansión» de la alianza a Ucrania.
Ampliar la OTAN «discretamente»
El hecho de que Washington buscaba la expansión de la OTAN a través de la adhesión de Ucrania «se deja bien claro» en un cable escrito en septiembre de 2009 por el embajador de EE.UU. en Moscú, John Beyrle, afirma WikiLeaks. En el documento desclasificado Beyrle dice que Kiev «se perfila como un desafío clave en las relaciones» entre EE.UU. y Rusia», mientras en el apartado ‘El camino a seguir’ se sostiene que los analistas consideran «esencial» continuar «impulsando la integración occidental» de Ucrania y la ampliación de la OTAN «de manera deliberada, pero discreta».