Luis Rubiales pasó de ser uno de los dirigentes más renombrados del fútbol en Europa a estar obligado a dejar su puesto al frente de la Real Federación Española de Fútbol tras la explosión global que generó el beso no consentido que le dio a la jugadora Jenni Hermoso durante los festejos del título de la selección femenina luego de consagrarse campeona del mundo en la Copa del Mundo 2023 en Australia-Nueva Zelanda.
Luego de ser suspendido por la FIFA, al por entonces presidente de la RFEF no le quedó otra alternativa que dejar su lugar de poder. Hace ya algunas semanas, Rubiales volvió a quedar en el centro de la escena cuando la Unidad Central Operativa de la Guerra Civil en España detuvo a varios empresarios y abogados presuntamente vinculados a un caso de corrupción que lo tiene como protagonista.
En dicha investigación, uno de los acusados y detenidos es Tomás González Cueto, hombre de confianza de Rubiales y asesor jurídico por fuera de la federación durante el periodo de los contratos investigados. Los agentes tenían el objetivo de detener a Rubiales ese mismo día, pero no lo pudieron concretar ya que el ex mandamás de la RFEF estaba en República Dominicana.
En las últimas horas, el ex titular de la federación adelantó su viaje y, una vez que llegó al aeropuerto de Barajas, en Madrid, fue detenido por la Guardia Civil. Tras negarse a declarar en la causa, quedó en libertad a la espera de quedar a disposición de la jueza que investiga la presunta trama de corrupción. ¿Por qué Rubiales es apuntado en este caso?
Según el informe al que tuvo acceso el periódico La Vanguardia, el entramado encabezado por el dirigente habría embolsado medio millón de euros en contratos arreglados junto a la constructora Gruconsa, a la que la RFEF le abonó casi 4 millones de euros. Los reportes indican que los pagos se habrían hecho a través de la empresa Dismatec Sport, sociedad anónima administrada por un amigo personal de Rubiales, Francisco Javier Martín Alcaide, más conocido como Nene.
Entre otros contratos, se investigan dos adjudicaciones por casi un millón de euros a la para la reforma del estadio de La Cartuja, sede de los partidos de la selección española de fútbol.
El medio agregó que en uno de los hoteles que gestiona el amigo del ex presidente en Granada fue donde se encontraron 318.350 euros en dos cajas fuertes, además de otros cinco mil en su residencia, el pasado 20 de marzo, día de las detenciones. Además de otros negociados, como la explotación de dos hoteles en Punta Cana, uno de los focos estaría en el megaproyecto de la construcción de un estadio de fútbol, una ciudad deportiva junto a un hotel en Arabia Saudita en una zona de unos 400 mil metros cuadrados.
La investigación accedió a llamadas telefónicas de Rubiales, en la que una de las personas bajo investigación por la Guardia Civil dejó un particular comentario sobre el mandamás que lideró la federación española de fútbol durante más de cinco años (2018-2023). “Tengo a Luis on fire”, cita el informe del caso al que accedió el diario español.
En la transcripción de las comunicaciones, los que hablan hacen referencia a Rubiales y a su amigo Nene como que “son los que menos pintan”, aunque reconocen que “si sale esto, hay dinero para todo el mundo”, por los negocios. La Unidad Central Operativa establece que el ex titular de la RFEF comenzó a forjar varias sociedades constituidas por personas muy cercanas. A la mencionada Dismatec, se sumó GRX, que en septiembre del 2023, al mismo tiempo cuando renunció a la federación, Rubiales se quedó con la mitad de la sociedad.