Por motivo de la Navidad la Dirección de Medicamentos de Alto Costo del Ministerio de Salud Pública suspenderá labores desde el 15 de diciembre.
Y es merecido que los empleados de la dependencia disfruten de las fiestas; pero esa pausa laboral lleva aún más incertidumbre a pacientes de cáncer que ya están no «impacientes» sino desesperados, por la tardanza en la entrega de medicinas que solicitaron hace meses.
En el argot jurídico se dice que justicia tardía es justicia denegada. De manera similar, a personas sin recursos económicos que padecen esa catastrófica enfermedad y su vida depende de medicamentos que alcanzan hasta los 300,000 pesos se les niega vivir si no reciben la mano amiga del gobierno y además, oportunamente.
Los afectados se aferran a la esperanza de que antes de irse de vacaciones, las autoridades de Alto Costo cumplan con las entregas rezagadas y les den el mejor regalo de Navidad: la esperanza de la salud y la vida. Para enero podría ser demasiado tarde.
