El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunciará este miércoles su iniciativa para acelerar la lucha contra el cáncer con el ambicioso objetivo de reducir la tasa de mortalidad de esta enfermedad en un 50 % durante los próximos 25 años.
Biden, cuyo hijo Beau falleció en 2015 por un tumor cerebral, reactivará el plan que ya lideró cuando era vicepresidente con Barack Obama (2009-2017) para imprimir urgencia a la lucha contra el cáncer; un plan que fue abandonado durante los años de Donald Trump (2017-2021), según adelantó un alto funcionario del Gobierno estadounidense.
Según esta fuente, lo que el presidente persigue con este plan es «terminar con el cáncer tal y como lo conocemos a día de hoy» aprovechando los avances logrados durante los últimos años en diagnósticos y terapias, así como los avances científicos y las lecciones de salud pública aprendidas durante la pandemia de covid-19.
Biden hará un anuncio por la tarde desde la Casa Blanca acompañado de su esposa, Jill, y de la vicepresidenta, Kamala Harris, ante un centenar de personas, entre ellos pacientes y supervivientes de cáncer, investigadores, médicos, cuidadores y familias.
Además de reducir a al menos el 50 por ciento la tasa de mortalidad del cáncer ajustada por edad, el presidente estadounidense también se propone mejorar la calidad de vida de las personas con cáncer y de los supervivientes de esta enfermedad, así como de sus familiares.
En el último discurso como presidente sobre el Estado de la Unión ante el Congreso en 2016, Obama encargó a Biden –que entonces era su vicepresidente– liderar el «lanzamiento a la Luna» del cáncer, estableciendo un paralelismo con la promesa que hizo en 1962 el presidente John F. Kennedy de llevar al hombre al satélite de la Tierra.
En diciembre de ese mismo año, todavía con Obama como presidente, el Congreso aprobó 1.800 millones de dólares en fondos para el Instituto Nacional del Cáncer (NCI, por sus siglas en inglés) a repartir durante siete años, de manera que el dinero siguió fluyendo durante los años de Trump pese al abandono del programa, y está garantizado hasta 2023.
Pese al renovado esfuerzo con esta iniciativa, Biden no tiene por el momento intención de pedir más fondos al Congreso.
La renovada estrategia de la Casa Blanca en la lucha contra el cáncer se centrará en mejorar la coordinación entre agencias del Gobierno y en afianzar el liderazgo en esta cuestión desde la Presidencia del país.
En este sentido, Biden y la primera dama harán un llamamiento este mismo miércoles a que se recupere el tiempo perdido durante la pandemia en la detección de cánceres, puesto que en los pasados dos años la prioridad de la covid-19 hizo que muchos otros procedimientos médicos quedasen en segundo plano.