En entrevista exclusiva con RT, el expresidente de Ecuador Rafael Correa señaló que si el actual mandatario del país suramericano, Guillermo Lasso, fuera responsable, «pondría su cargo a consideración del pueblo ecuatoriano».
De acuerdo con el exmandatario, ante la tensa situación que vive el país desde el pasado 13 de junio, por el paro nacional indefinido convocado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), al que se han sumado otros colectivos sociales, existe una salida «constitucional» y «democrática», establecida en la Constitución de 2008.
En este sentido, explicó que «para evitar rupturas constitucionales» y «derramamiento de sangre», como en el pasado, se estableció en la Carta Magna «la figura de revocatoria de mandato». Ese proceso ya lo inició un grupo de ciudadanos ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) a finales de mayo pasado.
También comentó que se pueden convocar «elecciones anticipadas», y que esta opción puede surgir tanto del presidente como de la Asamblea Nacional. En Ecuador esta situación se conoce como «muerte cruzada» y ya ha salido a relucir durante el mandato de Lasso.
La Constitución ecuatoriana, en su artículo 148, establece que el mandatario podrá disolver el Parlamento; mientras que el 130 faculta a la Asamblea a destituir al presidente. Entre otras razones, tanto el poder Ejecutivo como el Legislativo podrían utilizar este mecanismo «por grave crisis política y conmoción interna». En ambos escenarios, una vez ocurrida una de las dos opciones, el CNE debe convocar elecciones presidenciales y parlamentarias.
Para Correa, lo que se están viviendo ahora en Ecuador es una «grave conmoción interna», por lo que estaría justificado el uso de este mecanismo.
«Que el pueblo ecuatoriano ratifique o le quite el mandato en las urnas, por medio de elecciones, y resolvamos democráticamente este conflicto», enfatizó.
«Situación muy comprometida»
Correa comentó que ve «la situación del Gobierno muy comprometida» actualmente en Ecuador por las protestas. En su opinión, se trata de una administración «con altos índices de desaprobación» que «ha manejado muy mal la crisis, ha echado gasolina al fuego».
El expresidente criticó que las fuerzas de seguridad tomasen la Casa de la Cultura, un hecho que, mencionó, no ocurría desde hace más de 40 años, durante la época de dictadura; asimismo, «rodearon la Asamblea de militares, se han tomado universidades» y apresaron, aunque actualmente está bajo libertad condicional, al presidente de la Conaie y coordinador del paro nacional, Leonidas Iza.
De acuerdo con Correa, ese mal manejo de la protesta ha provocado que el descontento se haya «generalizado a nivel de todo el país».
El exmandatario considera que «es difícil prever» una pronta salida de Lasso del cargo, puesto que esto, más que de la gente en las calles, depende de «los poderes fácticos» del país, como la «prensa, poder económico, Embajada de EE.UU. y poder militar».