Cosas de la comunidad internacional que “voltearon” a Luis Abinader

Amagar y no dar

El 25 de septiembre, durante la 79ª sesión de la Asamblea General de la ONU, el presidente Luis Abinader advirtió que ante el limitado respaldo internacional a la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití (MMAS), liderada por Kenia, República Dominicana tomaría medidas drásticas para defender su territorio.

Veamos. La MMAS fue inicialmente prevista para 2500 agentes policiales, con financiamiento de 600 millones de dólares.

Hasta el momento los policías son solamente 400 y alcanzarían 1000 en noviembre cuando llegarían 600 más. La financiación ha sido de 454 millones de dólares.

En la otra cara, las 200 pandillas criminales que asolan a Haití alcanzan los 15000 miembros.

Hay algunos avances desde la llegada de los primeros policías kenianos a Haití en junio. Pero es una fuerza insuficiente y vemos a diario cómo las bandas fuertemente armadas siguen atrincheradas en muchas partes de Puerto Príncipe.

Lo confirmó tal cual en la reunión de Nueva York el propio canciller de Kenia, Musalia W. Mudavadi.

Ese estancamiento del apoyo internacional a Haití, más protestas a nivel interno contra la ya insoportable migración de haitianos, no dejaban margen al mandatario dominicano; lo provocaron.

A días de llegar a República Dominicana desde Nueva York le entró al tema sin contemplaciones. Designó al vicealmirante Luis Rafael Lee Ballester, un peso pesado, como nuevo titular de Migración y anunció la deportación de 10,000 haitianos semanales.

¡Cojan ahí! La paciencia de la nación más solidaria con Haití, la República Dominicana, también tiene un límite.