De herramienta útil a ‘enemigo’: lo que jamás deberías meter en el microondas

De herramienta útil a 'enemigo': lo que jamás deberías meter en el microondas

El microondas, una herramienta cotidiana en nuestras cocinas, es un electrodoméstico que requiere cierto conocimiento. Se pueden producir llamas, explosiones y liberar imperceptiblemente sustancias tóxicas cuando ciertos alimentos se meten en el interior sin la debida precaución.

Mediante la ciencia, las recomendaciones de seguridad alimentaria y las experiencias de cocineros desafortunados, podemos descubrir qué alimentos es mejor evitar y no calentarlos con este eficiente, pero a veces impredecible, aparato eléctrico.

Alimentos que tu microondas no quiere ver

La idea de cocer un huevo en el microondas puede parecer tentadora, pero es mejor desterrarla para siempre. La rapidez con la que este aparato genera calor convierte la cáscara en una trampa de presión, llevando al huevo a una explosión inevitable. Más allá del desorden y la pérdida de comida, esta experiencia puede terminar con quemaduras si se intenta manipular el huevo antes de su estallido.