Deploran vandalismo de pandillas contra parque industrial de Haití

Deploran vandalismo de pandillas contra parque industrial de Haití

La Asociación de Industrias de Haití condenó los actos de vandalismo cometidos en el parque industrial Digneron en Croix-des-Bouquets por pandillas que operan hoy en Puerto Príncipe.
Es probable que estos actos provoquen la pérdida de miles de puestos de trabajo, lamentó la agrupación, la cual llamó a poner fin al espiral de violencia que vive la capital haitiana, donde centenares de personas perdieron la vida, otras sufrieron lesiones y más de 53 mil familias abandonaron sus hogares, según Radio Téle Galaxie.
A esta condena se sumó la Central Nacional de Trabajadores Haitianos, que criticó la quema de un almacén de 96 mil metros cuadrados en el parque industrial de Digneron.
El coordinador general del ente sindical, Dominique Saint Eloi -citado por el diario digital Haití Libre- deploró este acto delincuencia que incluyó saqueo y vandalismo en esa zona franca.   Esa área de almacenamiento de más de 96 mil metros cuadrados y albergaba materias primas.
Tal fechoría trajo consigo una gran pérdida para la empresa que ya tuvo que sufrir el cierre parcial de esta zona franca.
Los directivos deberán invertir 15 millones de dólares estadounidenses para renovar los edificios del complejo.
Todo ocurrió en la noche del  domingo, justo cuando todos pensaban que el fin de la Semana Santa sería tranquilo.
El edificio de producción también fue saqueado, y todos los equipos informáticos, oficinas y maquinaria industrial quedaron completamente destruidos.
En julio de 2018, el Grupo Palm Apparel completó la primera fase del proyecto de construcción del parque industrial en la zona franca de Digneron, y hasta la fecha, fueron construido cuatro edificios industriales, dos administrativos, instalaciones aduaneras e infraestructura adecuada.
Los pandilleros ya habían atacado el aeropuerto, el puerto, escuelas, universidades, comisarías, prisiones, ministerios, sucursales bancarias, almacenes comunitarios, automóviles particulares, un seminario religioso, farmacias y el Palacio Nacional, pero este tipo de acto violento no era parte de su accionar cotidiano en Puerto Príncipe.