La victoria del F.C. Barcelona en la final de la Supercopa de España femenina quedó empañada por una imagen que ha corrido como la pólvora por las redes sociales: las jugadoras colgándose ellas mismas las medallas sin que ningún representante de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), organizador del torneo, participara en la entrega.
En varios videos se puede ver cómo las jugadoras ‘azulgranas’ se acercan a una mesa improvisada en el césped, en el estadio Romano José Fouto de Mérida, donde dos maletines abiertos contienen las medallas. Cada una de ellas se acerca, recoge y se cuelga su propia condecoración. Lo mismo que hicieron las subcampeonas de la Real Sociedad.
Una escena que difiere sustancialmente de la habitual en la competición masculina, con algún representante de la RFEF, normalmente su presidente, colgando la medalla al cuello de cada jugador, apretando su mano y expresando palabras de felicitación por el logro. Así sucedió durante la entrega de preseas en Arabia Saudita en la última edición masculina.
El presidente de la Federación, Luis Rubiales, y el seleccionador del combinado nacional femenino, Jorge Vilda, se encontraban presentes en el palco, desde donde presenciaron el encuentro. Sin embargo, ninguno de ellos, ni ninguna otra autoridad, bajó al césped para hacer entrega de las medallas.
