Ippei Mizuhara, exintérprete de Shohei Ohtani, se entregará hoy a las autoridades de Estados Unidos tras la acusación de robar más de 16 millones de dólares al astro japonés de los Dodgers de Los Ángeles.
El traductor, a quien siempre se le vio al lado de Ohtani desde que entró a la MLB, al parecer abusó de la confianza del estelar pelotero y se aprovechó de los obstáculos que enfrentaba el jugador nipón al no hablar inglés, para acceder al dinero que utilizó en pagar deudas y hacer apuestas ilegales.
Al anunciar la víspera los cargos, el fiscal federal Martín Estrada indicó que Mizuhara estaba tan metido en la vida y la carrera de Ohtani que pasó a ser su «agente de facto».
Por eso logró retirar dinero utilizando a veces la mentira e incluso suplantando al jugador ante los agentes bancarios para poder sufragar su «insaciable apetito por las apuestas deportivas ilegales», dijo.
Durante una conferencia de prensa en el centro de Los Ángeles se hizo el anuncio que puso fin a semanas de especulación acerca de los problemas de apuestas de Mizuhara, que él admitió, y que además exoneran Ohtani del escándalo.
«Quiero enfatizar este punto: el señor Ohtani es considerado una víctima en este caso», afirmó Estrada.
Mizuhara realizó unas 19 mil apuestas entre diciembre de 2021 a enero de 2024, alrededor de 25 diarias como promedio con cantidades que fluctuaron de unos 10 dólares a 160 mil, señalaron los investigadores federales.
Ohtani, seleccionado dos veces Jugador Más Valioso en la MLB, dejó a los Angelinos de Los Ángeles en diciembre del pasado año para firmar un contrato récord de una década y 700 millones de dólares con los Dodgers.
Pero Ohtani y Mizuhara fueron inseparables desde que el jugador todo terreno japonés se sumó a la plantilla de los Angelinos en 2018.
El 20 de marzo Los Angeles Times y ESPN publicaron que el mismo implicado había escrito a su casa ilegal de apuestas que «técnicamente» le robó a Ohtani y admitió: «Todo se ha terminado para mí».
En una conferencia con los periodistas el 25 de marzo en el Dodger Stadium, Ohtani afirmó que jamás apostó en deportes o que a sabiendas hubiera pagado las deudas acumuladas por su intérprete.
«Estoy muy triste y sorprendido de que alguien en quien confié haya hecho esto», expresó con la ayuda de un nuevo intérprete.
De ser declarado culpable de fraude bancario, Mizuhara podría recibir una condenada de hasta 30 años en una prisión federal.