Brasilia, 28 ago (Prensa Latina) Un aumento del 12 por ciento registraron las hospitalizaciones por infarto ante la contracción de las arterias, en respuesta a las bajas temperaturas que azotan hoy a Brasil, según informa el Instituto Nacional de Cardiología.
Tal subida en los ingresos llega al 30 por ciento globalmente y los expertos indican que la caída en los termómetros del tiempo eleva la presión arterial y acrecienta los riesgos para las personas con predisposición.
La angioplastia se menciona como un procedimiento realizado para desobstruir arterias del corazón estrechadas o bloqueadas por la acumulación de grasa.
Factores como diabetes, colesterol alto, sedentarismo, mala alimentación y tabaquismo se citan como contribuyentes al elevado riesgo de infarto.
La recomendación es mantener hábitos saludables a través de la práctica regular de actividad física y una alimentación equilibrada.
El infarto agudo de miocardio es la mayor causa de muerte en el gigante sudamericano, señalan fuentes oficiales.
Se estima que en Brasil ocurren de 300 mil a 400 mil casos anuales de infarto y que cada cinco a siete casos, ocurre una muerte.
Para disminuir el riesgo de fallecimiento, la atención de urgencia y emergencia, en los primeros minutos, resulta fundamental para salvar una vida.
El Gobierno federal a través del Ministerio de Salud creó la línea de atención al infarto agudo de miocardio, una serie de medidas desarrolladas para mejorar la calidad y agilidad de la atención en situaciones de emergencia.
Determinada literatura médica asegura que el infarto agudo de miocardio o ataque al corazón es la muerte de las células del músculo cardíaco debido a la formación de coágulos que interrumpen el flujo sanguíneo de forma repentina e intensa.
Puede ocurrir en varias partes del corazón, dependiendo de la zona obstruida.
En casos raros, el ataque puede ocurrir por contracción de la arteria, interrumpiendo el flujo sanguíneo o por desprendimiento de un coágulo originado dentro del propio corazón y que se aloja en el interior de los vasos.
Como síntoma aparece el dolor en la región pectoral, que puede irradiar a la espalda, cara, brazo izquierdo y, raramente, brazo derecho.
Tal malestar suele ser intenso y prolongado, acompañado de sensación de peso o de apretar sobre el tórax, provocando sudor frío, palidez, falta de aire y sensación de desmayo.