Este jueves se cumple un mes de la tragedia del Jet Set, en la que murieron 233 personas.
Eran las 12:44 de la madrugada del 8 de abril y sonaba “Color de rosa” en la voz más alta del merengue, Rubby Pérez, quien también falleció tras el desplome del techo de la iconica discoteca de la ciudad capital.
Las fotografías, colgadas en los muros que rodean la zona cero, conservan las miradas vivas de las víctimas. Espacio que se ha convertido en un sitio para recordar a los muertos y honrar su recuerdo, las ruinas de Jet Set es hoy un lugar para la denuncia.
En los alrededores se pueden leer carteles. «Escenario de muerte por negligencia, exigimos condenas, no excusas», dice uno. Otro, colocado al lado, expresa: «Todo el pueblo de Haina exige justicia«.
Un total de 38 querellas y denuncias fueron depositadas en la Fiscalía del Distrito Nacional, a lo largo de este mes, por familiares de fallecidos, así como por lesionados que lograron sobrevivir al desplome.
Algunas demandas solo imputan a los propietarios del establecimiento, a los que se exige reparación por daños y perjuicios, además de que se les imponga prisión. Mientras que otras querellas abarcan al Estado y el Ayuntamiento del Distrito por negligencia en la supervisión de la seguridad de las edificaciones.
De las 38 querellas y denuncias solo en cuatro se han mencionado montos. Dos de ellas son la de los familiares de la empresaria fallecida Catherine Marie Najri Nadal, que exigen 300 millones de pesos por daños y perjuicio, y los de Daniel Taveras Polanco, también fallecido, quienes piden 50 millones de pesos.