Liderazgo, multilateralismo y economía

Liderazgo, multilateralismo y economía

Si miramos en retrospectiva la historia política de los últimos 70 años, convenimos que la humanidad está en medio de una crisis de liderazgo global, del multilateralismo y de un agotamiento del modelo económico que, si bien ha garantizado crecimiento, su falencia radica en el casi nulo impacto en la vida de los más vulnerables porque solo asegura progreso para algunos.  
Las figuras mundiales actuales que tienen bajo su responsabilidad guiar a la humanidad por caminos seguros de desarrollo sostenible, de paz, de preservación de los derechos ciudadanos y de libertad, no conforman el perfil de esos líderes que sobre sus hombros llevaron al planeta al estadio de desarrollo donde nos encontramos.

Hay en buena parte de los habitantes del planeta una especie de incertidumbre, de percepción de vivir en la sociedad del caos, en la que no se sabe cuál es el rumbo cierto para llegar a puerto firme.

Los liderazgos de los últimos 70 años lidiaban con problemas coyunturales, al tiempo que demostraban sapiencia para darse cuenta del rol histórico que les tocaba jugar. Claro, como en todo, hubo desafortunados.

Se debió, en primer lugar, a cualidades personales de actitud positiva, de enfrentar los problemas sin colocar obstáculos para impedir  avanzar; en segundo lugar, a que poseían el carácter necesario para decir que no o que sí cuando estaban conscientes de lo inapropiado o apropiado; en tercer lugar, a la disposición de escuchar (hay políticos que no escuchan porque llevan el gusanillo de que lo saben todo). Y, por último, al carisma como una condición innata.

Desde el año2020, cuando Gallup Internacional publicó un estudio sobre el liderazgo mundial, salió a relucir que el público consideró sin prestigio y con una disminución de la confianza en un marco de individualismo generalizado a 12 de los principales líderes que influenciaban sobre los más de 4 mil millones de habitantes del planeta. Dos años después, se entiende que se conforma un Nuevo Orden Mundial en medio de una crisis a todos los niveles, sin liderazgos fuertes.

En este primer ensayo, y obviando cualquier matiz ideológico o forma autocrática o democrática de gobernar que guiara las acciones que están en nuestras mentes como paradigmas, saltan al recuerdo políticos que en estos últimos 70 años descollaron. Comenzando por los estadounidenses John F. Kennedy, Martín Luther King (no fue presidente), ambos contemporáneos; Jimmy Carter, Ronald Reagan, George Bush, Bill Clinton y Barack Obama. La calidad de esos liderazgos supera por mucho a quienes hoy pudieron haber evitado al mundo la guerra Rusia-Ucrania.

Destacan Nikita Jrushchov, primer secretario y líder de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), en cuyo mando (1955- 1964) se sorteó todo tipo de crisis, incluida la amenaza de una guerra nuclear en el corazón del Caribe tras la instalación de los misiles en Cuba. También los rusos Mijaíl Gorbachov y Vladimir Putin, el primero por su rol (estemos o no de acuerdo con él) en la caída del Bloque Socialista; el segundo, por la fuerza y carácter de su liderazgo, así como sus condiciones personales, enfrentado con Volodimir Zelenski, un comediante que hace de presidente de Ucrania.

En Gran Bretaña, luego de la influencia del primer ministro, Harold Wilson, tras sus dos gobiernos (1964-1970, 1974-1976), arribó al espectro público británico y mundial la estrella más influyente: Margaret Hilda Thatcher, la “Dama de Hierro” como se le nombró. Las luces de los demás líderes de Reino Unido posterior a ella, aunque con claras condiciones personales, fueron opacadas por el liderazgo y el carácter dejados en el imaginario público por la señora Thatcher, como fue el caso de Tony Blair (1997-2007).

La reunificación de Alemania tiene un nombre no solo entre los alemanes: Helmut Kohl, canciller alemán audaz, visionario y quien jugó un papel determinante en la consolidación y expansión de la Unión Europea. Clase aparte encontramos en la lista a la primer ministro Ángela Merkel de cuyo peso y liderazgo no hay que abundar.

Si oteamos el panorama en Francia, desde 1958 cuando el presidente Charles de Gaulle lideró la renovación del sistema político con cuatro reformas a la Constitución, ese país tuvo otro hombre que resalta entre sus líderes en los últimos 70 años: François Mitterrand, quien inauguró la izquierda en el poder y cuya imagen trascendió las fronteras de su país.

Quizás no a la altura de los franceses referidos, pero Jacques Chirac se llevó la gloria política de la unión económica y monetaria europea por la introducción del euro en Francia.

Después de la caída del franquismo en España y el proceso de democratización, emergen tres figuras que descuellan en el espectro político: Torcuato Fernández-Miranda, considerado el estratega del proceso de transición y autor de la Ley para la Reforma Política, que permitió desmontar el régimen franquista. No aceptó la presidencia del gobierno español que le ofreció el rey Juan Carlos; luego Adolfo Suárez, presidente del gobierno (1976, 1977-1979-1981); Felipe González (1982-1996), que impulsa las reformas democráticas y el país entra a la Comunidad Económica Europea (CEE), una estrella con luz propia. También José María Aznar, del Partido Popular, quien retornó el conservadurismo español al poder.

Vemos, por otro lado, el régimen chino, que si bien tiene un liderazgo colectivo centralizado, proyectó a políticos que destacaron fuera de sus fronteras: Deng Ziaoping y el actual presidente Xi Jinping. Bajo la visión de estos dos dirigentes, China sobrevivió al ciclón batatero que desapareció la Guerra Fría, manteniendo un régimen ideológicamente comunista, bajo una economía de mercado sin que con ello se borrase el legado de Mao Tse-Tung.   

Entre las personalidades políticas refulgentes de las naciones por su importancia geopolítica, aparece el líder africano de mayor peso de la historia: Nelson Mandela, presidente desde 1994-1999, primer mandatario negro en Sudáfrica y quien lideró una larga lucha contra el régimen de apartheid. Ningún líder tuvo, ni antes ni después, tanta influencia política y social como Madiba, a pesar de haber pasado 27 años de encierro.

En los países árabes resaltan los liderazgos de: Yasser Arafat, líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP): los presidentes de Palestina, Mahmud Abbas; de Turquía desde 2014, Recep Tayyip Erdogan; de Siria, Bashar al-Ássad; de Libia, el fenecido Muammar Gaddafi (1969-2011); Ayatolá Ali Khameini, líder supremo de la República Islámica de Irán (1979-1989); rey Abdullah ll de Jordania, Hosni Mubarak, de Egipto. Destacaron Israel Golda Meir, Menájen Beguin y Shimon Peres, quienes sirvieron para sostener el liderazgo en la región. Los políticos influyentes de América Latina y la crisis del multilateralismo quedan pendientes.