Ciudad de Panamá, 18 jun (Prensa Latina) Hasta la fecha seis mandatarios latinoamericanos confirmaron la asistencia a la toma de posesión del presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, el próximo 1 de julio, confirmó hoy una fuente gubernamental.
En declaraciones al canal de noticias TVN, el ministro designado de la Presidencia, Juan Carlos Orillac, precisó que el jefe de Estado costarricense, Rodrigo Chaves, ratificó la víspera su presencia en el acto protocolar.
Orillac agregó que todavía faltan más jefes de gobierno por confirmar, pero ya cuentan con la respectiva comunicación por parte de Ecuador, Daniel Noboa; de Dominicana, Luis Abinader; de Honduras, Xiomara Castro; y de Paraguay, Santiago Peña.
Antes, en un encuentro con la prensa acreditada el embajador Miguel Lecaro, coordinador por parte del Gobierno saliente de la transmisión de mando, adelantó sobre la posible asistencia del rey de España, Felipe VI, aunque aún falta una nota oficial.
También señaló que el canciller de Nicaragua, Denis Moncada representará a su país en esa ceremonia prevista en el capitalino Centro de Convenciones Atlanta Pacífico (Atlapa).
El diplomático precisó además que a nombre del secretario general de ONU, Antonio Guterres, estará presente la secretaría general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, Rebeca Grynspan.
Además se conoció que monseñor Santiago de Wit Gúzman, Nuncio en Trinidad y Tobago asistirá en representación de la Santa Sede.
La trasmisión de mando del actual jefe de Estado, Laurentino Cortizo, a Mulino tendrá lugar luego de la instalación de la Asamblea Nacional ( parlamento) para el mandato 2024-2029.
En ambas ceremonias, se prevé que intervenga el nuevo gobernante, luego de la presentación de la junta directiva del parlamento y una vez que se le coloque la banda presidencial, confeccionada por el reconocido sastre colombiano, Luis Abel Delgado.
Mulino ya completó su gabinete para asumir el Ejecutivo frente a importantes desafíos como la crisis de la Caja de Seguro Social, la reducción del grado de inversión del país por una calificadora de riesgo, una deuda pública que supera los 50 mil millones de dólares y crecientes flujos migratorios que atraviesan la selva de Darién rumbo a Estados Unidos, frontera que prometió cerrar.
En su comparecencia televisiva Orillac también mencionó el acceso al agua potable, los altos costos de la canasta básica familiar y el manejo de los desechos sólidos(basura), sobre todo en la capital del país centroamericano.