La salud del papa emérito Benedicto XVI se ha deteriorado en las últimas horas, según lo declarado este miércoles desde el Vaticano.
«Puedo confirmar que en el curso de las últimas horas ha habido un agravamiento, debido a su avanzada edad. La situación está de momento bajo control, seguida en permanencia por los médicos», declaró el jefe de la oficina de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.
Asimismo, el papa Francisco indicó que su predecesor, de 95 años, está «muy enfermo», por lo que pidió oraciones por él.