Pariente de pastor de Los Alcarrizos asegura fue abusada por él hace 20 años

Pariente de pastor de Los Alcarrizos asegura fue abusada por él hace 20 años

Arianna Carolina Berroa, supuesta víctima y allegada del pastor Johan Castillo, acusado de presunto abuso sexual a menores de edad, en el sótano de la iglesia que este dirigía, confesó que fue abusada por él, hace 20 años atrás y que junto a su prima descubrió que ponía películas pornográficas, en la segunda planta del edificio.

Berroa, que actualmente tiene 26 años, le expresó a Noticias SIN, que todo sucedió cuando ella tenía seis años y en la casa de su prima que también tenía la misma edad, Castillo ponía películas pornográficas “Un día el abrió la puerta, yo recuerdo que él estaba desnudo mi prima y yo nos miramos no sabíamos que hacer y él nos invitó a las dos a tocarlo, aunque no recuerdo las palabras exactas, si recuerdo perfectamente cuando con sus manos nos hizo ayudarlo”.

La joven narró que “El pastor”, es allegado de su familia por tal razón se quedaba en varias ocasiones en casa de la prima, sin embargo aclara que nunca lo vio como un familiar “porque un monstruo así no debe considerarse pariente”.

 Contando lo sucedido hace dos décadas, Berroa dijo que en sus recuerdo está cuando Castillo le agarró las manitos sucias después del acto y las llevó al baño a limpiarse mientras continuaba desnudo.

“Recuerdo su cara, su cuerpo, sus manos, absolutamente todo, me lavó las manos y me limpió la cara, después se agachó y nos dijo: ustedes saben que no pueden decir nada”, refirió la víctima.

Como parte de su relato, cuenta que la familia empezó a tener sospechas de él y a preguntarle a ella y su prima ¿Qué pasó con Sandro?, como es conocido Johan Castillo entre sus parientes.

“Mi mamá me preguntó que había pasado y dije nada, sin mirarle el rostro y fije la mirada a otro lado, hasta que hace poco le conté la verdad a mi madre, le dije que le había mentido porque yo pensaba que había hecho algo malo y que la represalia me caería a mi” indicó la joven.

Berroa contó que ese día le dijo a su madre que quería bañarse y a partir de ahí “le cambió la vida”, pues empezó a dejar de ser cariñosa, a relacionarse con los demás niños y a compartir, además al pasar los años tenía dudas de su sexualidad y le cogió asco a los hombres.