La guerra civil sudanesa sumó hoy otro elemento combustible tras la divulgación por la Fiscalía de una relación de acusaciones contra el exprimer ministro Abdallah Handuk incluidas incitación a la guerra y crímenes contra la humanidad.
De ser encontrado culpable, el político de 68 años podría ser condenado a la pena de muerte a tenor del código penal sudanés.
El único trascendido a la prensa capaz de levantar el velo sobre las acusaciones es un enigmático enunciado de fuentes anónimas en medios de prensa según el cual los cargos están relacionados con el conflicto entre el presidente del Consejo Soberano, general Abdel Fattah al Burhan, y el caudillo de las Fuerzas de Apoyo Rápido, Mohamed Hamdan.
Además del exprimer ministro, otras 15 personas que no han sido identificadas aparecen inculpadas en el caso, afirmó un parte difundido anoche tarde por la televisión nacional.
A punto de cumplir dos años, el día 15 del mes en curso, la guerra entre ambos hombres causó hasta el presente unas 12 mil muertes, cifra que varía según las fuentes, decenas de miles de heridos y mutilados y unos dos millones de desplazado internos y radicados en países limítrofes en condición de refugiados.
Las pérdidas materiales generadas por los feroces combates entre ambos contrincantes son del orden de los miles de millones de dólares cuenta habida que tanto la infraestructura industrial, como la comercial, edificios, viviendas y cultivos están devastados.