En Georgia continúan por quinto día consecutivo las protestas masivas, con numerosos enfrentamientos entre manifestantes y la Policía, que utiliza cañones de agua y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
Los disturbios comenzaron después de que el primer ministro, Irakli Kobajidze, anunciara el 28 de noviembre que las autoridades suspendían las negociaciones de adhesión a la Unión Europea (UE) hasta finales de 2028.
Llamamiento de la presidenta a los estudiantes
Según estimaciones citadas por la prensa local, la mayoría de los manifestantes son jóvenes. La presidenta del país, Salomé Zurabishvili, que nació en París y tiene la nacionalidad francesa, además de la georgiana, incluso instó a los estudiantes a protestar para «expresar su solidaridad» con los manifestantes.
El Patriarcado de la Iglesia Ortodoxa Georgiana ha calificado de «extremadamente alarmante» el llamamiento de la presidenta para que los alumnos participen en las concentraciones antigubernamentales, dados los enfrentamientos que se están produciendo en las calles.
«En tales circunstancias, son extremadamente alarmantes todas las declaraciones dirigidas a los estudiantes y a los menores en general, realizadas por la presidenta de Georgia, que [….] debería intentar rebajar la polarización y neutralizar el odio en la sociedad para salvar la psique y la salud física de la futura generación de los acontecimientos actuales», reza la declaración del organismo religioso.