Durante los últimos años, investigadores hallaron ‘vampiros’ enterrados en distintos cementerios europeos. Todos ellos tienen en común haber sido objeto de prácticas con las que se quería evitar que regresaran a la vida. Especialistas explicaron las razones de estos rituales, en los que se utilizaron elementos similares.
En el poblado de Pień, en las afueras de la ciudad de Bydgoszcz (Polonia), científicos de la Universidad Nicolás Copérnico de Toruń revelaron en septiembre de 2022 que habían encontrado el esqueleto de una mujer del siglo XVII, con un candado triangular en el dedo gordo del pie y una hoz con el que le fijaron el cuello al suelo, aunque no le cortaron la cabeza ni le dañaron la columna vertebral. Según explicaron, esto es una muestra de que se trató de una práctica contra los vampiros, ya que quisieron impedir que se levantara.
En general, las personas que se creía que tenían poderes sobrenaturales eran enterradas de una manera particular. Por ejemplo, con sus caras hacia abajo, atadas con cuerdas en posición fetal, decapitadas, con una roca encima que las presionaba contra el suelo o apuñaladas en el pecho.
«Nuestro descubrimiento no indica necesariamente que un ‘vampiro’ haya sido enterrado», aclaró Dariusz Poliński, profesor del Instituto de Arqueología en la Universidad Nicolás Copérnico. Desde ese centro de estudios aclararon que probablemente la mujer habría sufrido alguna discapacidad física o trastorno mental, por lo que habría padecido maltrato por parte de quienes creían que podía volver de la muerte.
Además, los científicos hallaron manchas verdosas en el paladar que podrían indicar un contacto con un objeto de cobre o aleación de cobre. En caso de haber sido una moneda, la podrían haber colocado como otra medida de protección contra su regreso al mundo de los vivos.