El prestigioso diccionario inglés ‘Oxford English Dictionary’ ha elegido la expresión ‘brain rot’, que puede traducirse como ‘putrefacción mental’ o ‘putrefacción cerebral’, como el concepto que resume el año en curso.
Además de ser un problema social que genera un «deterioro del estado mental o intelectual de una persona» como resultado de un consumo excesivo de contenido en línea «trivial o poco estimulante», la adicción a las redes sociales y otros contenidos digitales pudre nuestros cerebros en sentido directo, informa Fox News.
Según explica la experta, una sección del cerebro llamada habénula es la responsable de que nos quedemos atrapados en un ‘escroleo’ infinito.
La habénula es una parte central del cerebro que participa en varias funciones importantes, como la motivación y la toma de decisiones. Pero cuando se activa, esta zona también puede «matar nuestra motivación para intentarlo», advierte Bobinet.
«Es el núcleo de cuando sabes que deberías estar haciendo algo y en su lugar haces otra cosa, como un ‘escroleo de la muerte’«, señala.
La capacidad de imaginación también resulta comprometida, lo que puede tener un impacto extremadamente negativo en el desarrollo de los niños, advierte otro experto, el doctor Don Grant, especialista en el tratamiento de trastornos del estado de ánimo y trastornos concurrentes.
¿Qué recomiendan los científicos?
Según Bobinet, no existe una solución única para evitar la putrefacción cerebral y la clave de la solución es aprender lo que funciona mejor para cada individuo, lo que implica «hacer ajustes y modificaciones sobre la marcha». «Una vez que conocemos la verdad sobre nuestros cuerpos, podemos hacer algo al respecto», destaca.