La prohibición total o parcial de los narcocorridos, como se le llama a las controvertidas y populares canciones que exaltan a los narcotraficantes, las drogas y las armas, avanza en México en medio de una intensa polémica a la que se ha sumado la propia presidenta Claudia Sheinbaum.
A partir del 17 de abril, Michoacán se convertirá en el quinto de los 32 estados del país en donde se prohíbe que los narcocorridos y los corridos tumbados, uno de los principales estilos que se derivaron de este género, se interpreten en recitales públicos, aunque sí podrán seguir siendo escuchados en espacios privados.
El debate se intensificó luego de que el pasado fin de semana el público destrozara un escenario en el Estado de México en protesta porque un artista no quiso interpretar narcocorridos para evitar posibles sanciones penales.
Quintana Roo fue el estado pionero en tratar de regular este tipo de contenidos, ya que en mayo de 2023, en Cancún se negaron permisos para la presentación de grupos de narcocorridos, que suelen llenar todo tipo de foros, con el argumento de que cometen apología del delito.
Lo mismo ocurrió apenas dos meses más tarde en Chihuahua; y ya para noviembre de ese mismo año, en Tijuana (Baja California). En febrero pasado, Nayarit se sumó a la oleada prohibicionista.
‘Narcocultura’
El rechazo de un sector de la sociedad a este género musical, que tiene sus orígenes en los corridos de la Revolución mexicana que contaban las historias de los héroes patrios del siglo pasado, se ha expandido en otros estados que han impuesto diversas normativas porque consideran que las letras normalizan la violencia y promueven, sobre todo entre los jóvenes, un estilo de vida en el que se pueden enriquecer rápido y comprar ropa, zapatos, accesorios, casas y autos de lujo a costa de convertirse en criminales.
En Querétaro, por ejemplo, este mes comenzó a regir el veto a todo tipo de artistas de narcocorridos o corridos tumbados. En Jalisco van por el mismo camino, ya que el Gobierno estatal presentó una iniciativa al congreso local para prohibir canciones que enaltezcan la violencia. En Aguascalientes, la misma propuesta surgió por parte de los diputados estatales, que plantearon penas de hasta un año de prisión para quienes violen la norma.
Por otra parte, el gobierno del Estado de México exhortó a que se prohíban espectáculos que promuevan actividades ilegales, ya que podrán ser denunciados penalmente. En la Ciudad de México, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, también pedirá que las empresas de espectáculos no contraten conciertos de los artistas de narcorridos o corridos tumbados, pero el Congreso local ya se presentó una ley para su total prohibición.
A nivel federal, esta semana avanzó en la Cámara de Diputados una iniciativa que va más allá de la música y que también sanciona la apología del delito en series, obras de teatro, videojuegos y cualquier otro medio. Es decir, lo que en México se conoce como «narcocultura» y que se refiere a la influencia social del mundo de los cárteles y los capos.