Tesla enfrenta un daño de reputación sin precedentes que ha llevado a analistas de Wall Street a recortar aún más sus estimaciones de beneficios y ventas.
Según Bloomberg, durante este primer trimestre, las entregas de los vehículos de la marca estuvieron muy por debajo de las estimaciones del analista más pesimista de JPMorgan Chase & Co., Ryan Brinkman, quien aseveró en un informe que esto confirmaba «el daño sin precedentes a la marca que habíamos temido anteriormente».
El informe señala que las acciones cayeron un 5 % este viernes y un 44 % desde su máximo histórico en diciembre, además entregó poco más de 330.000 vehículos en el primer trimestre de este año, su peor cifra trimestral desde el 2022.
A pesar de que sus ventas comenzaron a caer desde antes de que su CEO, Elon Musk, comenzara a utilizar su influencia en la política de EE.UU., su papel en la actual Administración de Donald Trump ha generado polémicas y alejado a potenciales clientes.
Además, la competencia en el mercado de vehículos eléctricos se ha intensificado, con marcas rivales como Xiaomi Corp. y BYD, que ofrecen mejores precios, rendimiento, que también amenazan la posición de Tesla.
En respuesta a estos desafíos, los analistas han rebajado significativamente los ingresos y ganancias por acción. A pesar de que se espera que Musk renuncie a su cargo como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental, seguirá ejerciendo una significativa influencia en su plan de recortes federales y seguirá siendo una de las personas más cercanas de Trump.