Toyota Woven City es una localidad de 70 hectáreas ubicada en las inmediaciones del Monte Fuji. Detrás de ella está la marca japonesa, que ha dado forma a un lugar en el que investigar con las tecnologías del futuro del mundo del motor… y de fuera de él.
Hace cinco años, Toyota anunció que iba a crear su propia ciudad y en 2021 colocó la primera piedra de este proyecto. ¿Dónde? En el lugar donde estaba la antigua fábrica Higashi-Fuji de la marca, en la ciudad de Susono (Japón).
La ciudad de Toyota está diseñada por Bjarke Ingels, que firmó la sede de Google, y la primera fase de construcción ya está terminada. Si todo va según lo previsto, en otoño se inaugurará con 100 residentes: serán, en su mayoría, empleados de la marca y sus familias.
Después serán 360 personas y llegarán a 2.000, la cifra elegida para la población de Toyota Woven City. Debería estar completa en 2026.
Para Akio Toyoda, presidente de la firma, es “un prototipo de ciudad del futuro donde la gente vive, trabaja, juega y participa en un laboratorio vivo”. Sus residentes han sido bautizados como ‘Weavers’ y a ellos se unirán los ‘Inventors’ (Inventores). Su trabajo será desarrollar, probar y validar nuevos productos y servicios.
Toyota Woven City será “totalmente sostenible”. Tanto es así que los edificios estarán hechos con materiales como la madera y estarán equipados con paneles solares. Con ellos generarán electricidad, que complementarán con la creada por las pilas de combustible de hidrógeno. Y las viviendas tendrán inteligencia artificial, así como robots.