A más estrés, más dolor de espalda

A más estrés, más dolor de espalda

Palpitaciones, sudor, nerviosismo, insomnio son todos síntomas físicos típicos del estrés. Pero hay una manifestación que no suele tenerse demasiado en cuenta y puede formar parte del cuadro: el dolor de espalda.

Ante una situación de estrés, el cerebro responde produciendo sustancias que tienen el objetivo de prepararnos para una posible acción muscular violenta: huir o pelear.

Así, la función pulmonar y cardíaca se aceleran para llevar el oxígeno a todos los músculos; los vasos sanguíneos se contraen en muchas partes del cuerpo, por eso podemos empalidecer o ponernos colorados y las pupilas se dilatan para prepararse para la lucha. También la tensión muscular afecta la parte superior del cuerpo, cuello, hombros y columna. Por eso se dice que el estrés es uno de los factores psicológicos del dolor de espalda.

El doctor Eduardo Stonski, jefe de la sección Evaluación y tratamiento del dolor del servicio de Clínica Médica del Hospital Italiano (MN 80839) explicó a Infobae:

“El estrés es una reacción de alerta, fisiológicamente genera a nivel del cuerpo, desde el cerebro hacia el organismo, la liberación de adrenalina. Esta sustancia es la causante del aumento de la frecuencia cardíaca, generación de insomnio, de mayor nivel de angustia y la activación de la placa neuromuscular junto con la acetilcolina que va a generar mayor nivel de contractura y dolor muscular”, explicó el médico.

Y señaló que el dolor de espalda, tanto sea cervical como lumbar puede ser un síntoma físico del estrés emocional: “El estrés genera un estado de angustia ansiedad que a nivel del cuerpo produce la contractura de varios músculos, en especial del área cervical y lumbar, que son músculos de la alerta y que al activarse en forma innecesaria generan lo que se llaman contracturas o puntos miofasciales. Estos son acortamientos del cuerpo muscular que generan una sensación de dolor”.

El experto describió que este tipo de dolores se van a sentir al final del día cuando “se sumó la carga mecánica de la tarea diaria, ya sea de un trabajo de oficina o uno mecánico, aeróbico en la calle, que genera una sobrecarga muscular y también la constante tensión del estrés de la jornada”.

Según un estudio publicado en Scientific Reports, las personas que reportan estrés severo tienen casi tres veces más probabilidades de experimentar dolor lumbar en comparación con aquellas que no lo sufren. Los investigadores indican que el cortisol es inflamatorio, lo que puede, con el tiempo, causar envejecimiento celular y daño tisular que promueve el desarrollo de dolor crónico.

Por qué se produce el dolor de espalda por estrés

El doctor Stonski explicó que el estrés tiene la particularidad de generar la activación de todos los músculos durante la noche, lo que puede dificultar el sueño: “Cuando intentamos dormir, los músculos no se relajan y esto va a generar una contractura y una activación, un síndrome miofascial de todos los músculos: del cuello, la región cervical y lumbar”.

Además, destacó que si se suma el bruxismo, el síndrome se empeora: “Se trata del constante movimiento de apretar la mandíbula, flexionar las manos y los pies durante toda la noche. Esto se llama disfunción temporomandibular que al otro día genera no solamente dolor de cuello (especialmente en la parte anterior), sino de oídoscara así como también hinchazón y dolor de pies y manos”.

Y agregó: “Obviamente, el dolor y el estrés traen alteración del sueño y esto genera ansiedad, angustia y más dolor, más insomnio, más ansiedad y más estrés y en definitiva se convierte en un círculo vicioso del estrés, el insomnio, la ansiedad y el dolor