Barbie: la película que nos recuerda que la verdadera felicidad radica en aceptarse a uno mismo

Imagen Ilustrada
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Por: Yassel Rosa 

Barbie es una marca de muñecas perteneciente a la empresa estadounidense de juguetes Mattel. Fue creada el 9 de marzo de 1959, por Ruth Handler. Barbie ha sido un personaje muy importante dentro del mercado e incluso dentro de la cultura pop de los juguetes desde hace más de sesenta años, y ha sido objeto de numerosas controversias y demandas, a menudo por medio de la parodia de la muñeca y su estilo de vida, con más de cien profesiones.

La idea de crear una cinta de acción real fue anunciada en septiembre de 2009 por Universal Pictures. El desarrollo comenzó en abril de 2014 donde Song Pictures adquirió los derechos cinematográficos. En 2018 se transfirieron los derechos a Warner Bros. Pictures y un año más tarde Margot Robbie fue escogida como protagonista, destacando las increíbles apariciones de estrellas como Dua Lipa, John Cena, Will Ferrell, Nicola Coughlan, Emma Mackey, etc.

Asímismo, Robbie y Ryan Gosling, nos trajeron la primera película a imagen real de Barbie y la más esperada de este año, mostrándonos una comedia fantástica basada en un viaje de autodescubrimiento tras una crisis existencial.

La película nos empieza narrando una Barbie estereotipada (Margot Robbie) y una amplia variedad de otras Barbies que residen en Barbieland, una sociedad matriarcal donde todas las mujeres son seguras de sí misma, poderosas y autosuficientes; que al contrario de esto, nos muestran una variedad de Ken’s insuficientes, sin opinión propia, dependientes y sin liderazgo.

Tras una noche de fiesta, Barbie empieza a desconfigurarse, descubre que ya no puede hacer su rutina habitual, que sus pies se han vuelto planos y que le están saliendo celulitis, así que decide buscar ayuda donde “La Barbie rara” que igualmente fue desconfigurada hace unos años, la que le dice que para curar su aflicción debe viajar al mundo real y encontrar al niño que ha estado jugando con ella.

Al llegar al mundo real Barbie descubre que en realidad no es un niño quien ha estado jugando con ella, sino Gloria, una mujer que pasaba por su propia crisis de identidad y le transfirió inadvertidamente sus preocupaciones a Barbie.

Al experimentar lo que es vivir en el mundo real, Barbie se da cuenta de muchos cambios, al pasar de un mundo donde las mujeres son respetadas, líderes y estéticamente perfectas, a un mundo donde existe el acoso sexual, la desigualdad de género en todos los ámbitos, la inseguridad y baja autoestima, la insuficiencia por no sentirse parte de algo o por no lograr cosas importantes y la constante presion que conlleva ser mujer.

Durante una crisis Barbie le dice a Gloria, “no soy suficientemente buena para nada”, a lo que Gloria le responde, “es literalmente imposible ser mujer, eres muy hermosa y muy inteligente, me parte el alma que creas no ser suficientemente buena, como si tuviéramos que ser siempre extraordinarias, pero de algún modo siempre lo estamos haciendo mal. Tenemos que ser delgadas, pero no demasiado, y no debes decir que quieres estar delgada, debes decir que quieres un peso sano, pero sí tienes que estar delgada, debes tener dinero pero no puedes pedir dinero porque eso sería vulgar. Debes ser jefa, pero no puedes ser dura, debes liderar, pero no puedes aplastar las ideas ajenas. Se supone que debe encantarte ser madre, pero no hables de tus hijos todo el tiempo”.

“Tienes que ser una profesional, pero también siempre cuidar a todos los demás; eres responsable de la mala conducta de los hombres, lo que es de locos, pero si haces notar eso se te acusa de ser una quejumbrosa. Se espera que te conserves bonita para los hombres pero no tan bonita que los tientes demasiado o que amenaces a otras mujeres porque se supone que eres parte de la sociedad, pero siempre tienes que destacar y siempre ser muy agradecida. Pero nunca olvides que el sistema está arreglado, así que encuentra como reconocerlo, pero recuerda ser agradecida”, dice Gloria.  

De igual manera, insiste Gloria, de que, “no debes envejecer nunca, nunca ser grosera, nunca presumir, nunca ser egoísta, nunca tropezar, nunca fracasar, demostrar miedo, nunca ser impertinente. Es muy difícil, es demasiado contradictorio y nadie te da una medalla ni te dice gracias. Y resulta de hecho que no solo estás haciendo todo mal, sino que además todo lo que pasa es tu culpa. Ya me cansé de verme a mi misma y a todas las mujeres hacer hasta lo imposible para que los demás nos quieran”.

Este interesante momento se ha convertido en una de las escenas más populares al representar lo que durante años se ha visto en la sociedad, un sistema patriarcal creado para ser liderado por hombres y donde se le exige a las mujeres de cierta forma ser perfectas. Un sistema que no reconoce lo difícil que es ser mujer, donde el machismo y la desigualdad han existido durante siglos. Barbieland es un mundo superficial totalmente contrario al real, lo que nos hace pensar  ¿Y cuál debería ser el mundo correcto?.

Barbie nos deja distintas enseñanzas de amor propio y aceptación, tal y como se expresa el Slogan que todos conocemos, “tú puedes ser lo que quieras ser”. La película nos indica que debemos reconocernos lo suficiente valiosas para lograr aquello que verdaderamente queremos ser en la vida aún así validando esa etapa donde no estamos completamente seguros de quiénes somos o cuál es nuestro propósito. Nos muestra cómo el ser diferente a los demás no necesariamente tiene que ser malo a través de “Barbie Rara”, quién generó a la audiencia mucha risa por su suspicaz personalidad pero ella contaba con el don de fungir como guía, a quien recurrían cuando necesitaban ayuda.

Barbie nos muestra la importancia de ser empáticos y contar con la capacidad de comprender, ponerse en el lugar del otro, reconociendo sus emociones, sus pensamientos y necesidades. Barbie nos demuestra esto al reconocer sus errores e impulsar a Ken a ser el mismo y descubrir para qué es bueno, sacar su máximo potencial para mostrar su verdadera esencia e individualidad, demostrando como la empatía es un rol fundamental en el desarrollo de relaciones sólidas y sanas.

El final de la película es un recordatorio de que la verdadera felicidad radica en aceptarse a uno mismo, luchar por la igualdad y el respeto, sin importar las dificultades que pueden surgir en el camino. A través de la trama Barbie se convierte en un símbolo de empoderamiento femenino y enseña a las niñas a ser valientes, luchar por lo que creen y aceptarse a sí mismas tal y como son sin importar los prejuicios o los parámetros que quieran imponerles, como el cambio es constante y sin freno, pero con el tiempo se aprende a vivir con el.