Notre-Dame de París, la vieja dama más cerca del regreso

Notre-Dame de París, la vieja dama más cerca del regreso

El templo gótico que atesora ocho siglos de historia estuvo a minutos de sucumbir a un incendio, cuyo origen y circunstancias siguen sin determinarse, y quizá nunca se conozcan, una página triste que parece ya parte del pasado, con las miradas enfocadas en la recta final de los trabajos internos de restauración.
La reapertura ya tiene fecha, y aunque no será para los Juegos Olímpicos del verano en la Ciudad de la Luz, las expectativas están centradas en el 8 de diciembre de este año, con una invitación del presidente Emmanuel Macron al papa Francisco a estar presente.
El alma de Francia comienza a cobrar vida, como lo atestigua la recuperación de su aguja de 93 metros, después de que las llamas devoraran la diseñada por el arquitecto autodidacta Eugÿne-Emmanuel Viollet-le-Duc, con un nuevo gallo dorado coronándola.
Según el presidente de la institución pública responsable de la restauración, Philippe Jost, fueron superados los principales desafíos para devolver todo su esplendor a la catedral Notre-Dame de París, declarada en 1991 por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
Para el directivo, vale la pena resaltar la reconstrucción de la nave y del coro, una suerte de proeza en materia de carpintería, y la limpieza de muros y vitrales.
Más de 250 empresas y decenas de profesionales, desde arquitectos hasta artesanos, han obrado el milagro en un justo homenaje a los más de 500 bomberos y voluntarios que aquel día de abril, hace cinco años, salvaron la catedral después de un combate de 15 horas contra el fuego, mientras millones de seres humanos en todo el planeta seguían con atención los acontecimientos.
Un reto particular es la puesta a punto del gran órgano del templo parisino, su voz desde 1733, un instrumento único con sus ocho mil tubos en 115 juegos, que aunque no fueron dañados por la llamas, tuvieron que ser sometidos a un complicado proceso de desmontaje, limpieza y montaje.
Las labores en curso con el órgano tienen que ver con su armonización, una fase de cinco o seis meses de duración.
De acuerdo con datos del Ministerio de Cultura de Francia, desde 1198 está documentado el uso de un instrumento de este tipo en la catedral Notre-Dame de París.
Siguen en curso trabajos en los pisos y en el mobiliario interior, así como la instalación de un sofisticado sistema anti-incendios.

LA INVESTIGACIûN
Cinco años después de aquel tristemente célebre 15 de abril, el misterio del origen del fuego continúa latente, sin que las autoridades renuncien a las pesquisas para esclarecerlo.
Los más recientes avances de la ciencia reavivan la esperanza de saber qué pasó en el monumento más visitado de Francia y uno de los primeros a nivel mundial en 2018, con más de 13 millones de accesos.
Nuevos procedimientos permitirán profundizar en los análisis de la búsqueda de las causas del incendio, gracias a la evolución de la ciencia, afirmó el experto judicial Serge Delhaye, citado por la cadena Franceinfo.
La pista criminal continúa sin ser la privilegiada, a favor de la tesis del accidente, con los 15 obreros que en el momento del siniestro realizaban labores de restauración de la flecha exonerados de culpa, tras una rigurosa investigación realizada, que consideró la posibilidad de que alguno de ellos dejara encendida una colilla de cigarro.
Muchas muestras tomadas de los escombros, interrogatorios y estudios de laboratorio no han dado resultado hasta ahora, y la pesquisa sigue abierta, sin que se descarte variante alguna.

EL FUTURO
La promesa del presidente Emmanuel Macron, de «reconstruir la catedral más bella aún», en cinco años es mirada con lupa; los entendidos aseguran que, aunque no se culminarán para el 8 de diciembre todas las acciones en torno a la obra maestra gótica, lo esencial sí debe de quedar listo para entonces.
El propio Philippe Jost confirmó que una vez reinaugurada, no serán pocas las actividades a ejecutar.
Al respecto, la Alcaldía de París precisó que tras la reapertura a finales de este año, arrancarán los trabajos de remodelación exterior, un reto que se acometerá sector por sector, labores previstas entre 2025 y 2028.
Un aparte merece el tema de la instalación de seis vitrales contemporáneos en igual cantidad de capillas en Notre-Dame de París, lo cual no se producirá antes del 2026, de acuerdo con la ministra de Cultura, Rachida Dati.
Sin embargo, el prototipo de cristales figurativos tendrá que estar listo para la reinauguración del 8 de diciembre, por lo que fue creado un comité integrado por conservadores del patrimonio, artistas, representantes de la Diócesis capitalina y autoridades gubernamentales.
Este órgano lanzará la candidatura para presentar proyectos antes de designar al binomio de especialistas encargado de la obra, que sería la última en el interior de la catedral, para que esta pueda continuar compartiendo con todo esplendor sus historias, como la coronación en 1804 de Napoleón, e inspirando a genios, lo cual hizo antes con Víctor Hugo y Henry Mattisse.