RD entre los países con mayor tasa embarazo adolescente

RD entre los países con mayor tasa embarazo adolescente

“Cuando me di cuenta que es una carga, que no podía salir con mi pareja, compartir con mis amistades y que no pude culminar mis estudios, llegué a pensar en quitarme la vida”, Ligia, adolescente.   

Por: Yadilis Guillen

Con apenas 14 años y con una vida llena de sueños, Ligia María Ortiz (nombre ficticio para cuidar su identidad) quedó embarazada de su primera hija Laura. Su caso es un reflejo de la problemática que vive República Dominicana con los embarazos en adolescentes.

Hija de madre soltera, Laura emigró junto a su madre y hermanos a Los Guaricanos, Santo Domingo Norte. Como toda una niña inocente se enamora de un joven que no era bien visto por su progenitora porque usaba aretes (típico de los muchachos del barrio en el que se habían mudado). Esta prohibición hizo que los sentimientos hacia el chico fueran más grandes.

Ligia relata que se veía a escondidas en casa de los padres de su novio y con apenas 13 años inició a tener relaciones sexuales sin tener conocimiento del tema y las consecuencias que podría llegar a tener en su vida si esta no se cuidaba.

Cuando cumplió sus 14 años y aun el bachillerato, Laura quedó embarazada de su pareja, quien también era menor de edad. Al ver la realidad que le tocaba enfrentar decidió ir a vivir a casa de los padres de su novio, allí cuenta Laura que se sitió avergonzada porque la familia del chico concebía que le había destruido la vida al chico del cual se había enamorado, puesto que debió de dejar la escuela para poder hacerse cargo de ella y la criatura que habían procreado.

“Cuando me di cuenta que es una carga, que no podía salir con mi pareja, compartir con mis amistades y que no pude culminar mis estudios, llegué a pensar en quitarme la vida”, relató.

Cansada de los abusos decidió volver a casa de su madre, quien la ayudó durante todo el proceso de su embarazo con lo poco que esta ganaba en su trabajo. Ligia se convirtió en madre soltera y desde que tuvo su bebé empezó a trabajar para costear los gastos que amerita su criatura.

En la actualidad Laura tiene 42 años, y procreo dos hijas, Karen y Marisol las cuales repitieron su historia de vida, se convirtieron en madres a temprana edad y no finalizaron sus estudios. De sus tres retoños solo Laura no siguió el patrón y se convirtió en todo una profesional.

A diferencia del caso Ligia, se encuentra Teresa Gómez, quien quedó embarazada a los 16 años justamente terminado el bachiller.

Su vida y la de su niña siempre estuvo rodeada de sus padres, aunque el papá de la menor estuvo ausente. Teresa pudo culminar sus estudios y al cumplir la mayoría de edad emigró al extranjero dejando atrás a su hija y dejando como responsables a sus padres.

Como todo inmigrante en un país que al principio se torna extraño, Teresa vivió momentos difíciles, pero con el anhelo de algún día ver materializados en su pequeña los sueños que ella no pudo alcanzar.

Narró que a pesar de su ausencia y no estar con lo que mas amaba en este mundo, siempre estuvo al pendiente puesto que nunca le faltó un plato de comida a su hija y menos educación.

Teresa, quien ahora tiene 35, nos dice que su vida dio un giro al enterarse que su primogénita que en la actualidad tiene 20 años, reincidió y vivió el mismo ciclo que ella con la discrepancia que se encuentra realizando sus estudios universitarios y trabaja al mismo tiempo.

“Siempre soñé con ir a la universidad y tener un futuro brillante, pero las circunstancias me lo impidieron o quizá yo no supe sobrellevar todos mis problemas”, expresó.

La tasa de embarazos en RD

De acuerdo al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) la República Dominicana se encuentra entre los cinco países con la mayor tasa de embarazos durante la adolescencia en América Latina. Esto a pesar que en enero de 2021 el presidente Luis Abinader promulgó la Ley número 1-21, la cual prohíbe que personas menores de 18 años contraigan matrimonio.

Los datos indican que el 22% de las mujeres entre 12 y 19 años han estado embarazadas, lo que representa un 34% más alto que el promedio de América Latina y el Caribe, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

El embarazo en adolescente afecta a las generaciones futuras, y según apunta la UNICEF el 27. 6 % de los niños dominicanos con padres menores de 20 años no va a la escuela.

La falta de educación sexual en los adolescentes conlleva a una crisis de embarazos en la sociedad. Una problemática mayor es que los padres no instruyen a sus hijos sobre el tema sexual, lo que provoca que los jóvenes tengan escasos conocimientos sobre el uso de anticonceptivos.

Otro factor que incide en este tema es la creencia cultural de que es mejor tener hijos mientras se es más joven o la perspectiva del embarazo como un medio para la realización personal, especialmente para las mujeres.

Entre las niñas de sectores vulnerables, es común la idea de que mudarse con una pareja es la única manera de lograr la independencia y dejar el hogar familiar, especialmente cuando provienen de familias disfuncionales.

También es un ciclo continuo de que las niñas con niveles de educación más bajos tienen más probabilidades de quedar embarazadas y los niños con padres que no completaron su educación tienen más probabilidades de no estar escolarizados.

Los estudios que publicó el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) en la República Dominicana indican que entre el 66 y el 70 % de las mujeres que no han superado los ocho años de escolaridad han contraído una unión o han tenido un hijo. Por otro lado, el 73 % de las niñas que van a la escuela no han tenido hijos.

La representante en el país del Fondo de Población de la Naciones Unidas (Unfpa), Sonia Vásquez, indicó que un reciente estudio reveló que las niñas y adolescentes que quedan embarazadas tienen un 20 % menos de ingresos cuando acceden al mercado laboral.

Dentro de las principales consecuencias que conlleva las uniones tempranas y el embarazo adolescente, se encuentran el abandono escolar, mayor número de hijos, mortalidad materna en adolescentes, mayor pobreza, menor autonomía económica en el futuro o más riesgo de sufrir violencia de género, situaciones que se eternizan en las siguientes generaciones.

Durante el 2021, el país registró 20,529 embarazos en adolescentes según los datos registrados en la Oficina Nacional de Estadística (ONE). De manera más detallada, 486 nacimientos corresponden a madres menores de 15 años, mientras que 20,043 entre 15-19 años.

Consecuencias económicas en RD

El embarazo en la adolescencia puede comprometer el desarrollo del país, ya que tienen efectos negativos sobre la salud, el desarrollo humano y las posibilidades de progreso económico y social de las mujeres.

 A su vez, estos fenómenos implican costos para la sociedad en su conjunto y para el Estado, puesto que aumentan el gasto público en asistencia sanitaria y social y producen una disminución de los ingresos fiscales.

Sus efectos pueden exponer las posibilidades que brindan el bono demográfico, fenómeno que ocurre cuando la población en edad productiva supera en cantidad a la población en edad dependiente.

El problema que configura el embarazo en la adolescencia es mayor en República Dominicana que en otros países porque registra una de las tasas de fecundidad adolescente más alta del mundo.

Los resultados de un estudio revelan que el costo de oportunidad del embarazo en la adolescencia y la maternidad temprana en el país fue de 245 millones de dólares en 2022, equivalentes a un 0,29 % del Producto Interno Bruto (PIB).