La crisis migratoria sin precedentes en la frontera entre EE.UU. y México pone en aprietos a los Gobiernos de ambos países. En la nación latinoamericana informan de la llegada a Oaxaca de aproximadamente 2.000 indocumentados de origen africano que pretenden cruzar al vecino del norte.
Esta caravana está integrada principalmente por mujeres con niños y embarazadas que se han ido moviendo en pequeños grupos de hasta 50 personas. Los individuos proceden principalmente de Senegal, Mauritania, Ghana, Angola, Somalia, Costa de Marfil, Guinea y Etiopía.
«Una forma de ya no cruzar por el mar Mediterráneo, pues, es venir al continente americano […] En el territorio norteamericano sabemos que hay un número muy importante de población afroamericana y esto permite una vinculación con este tipo de comunidades», explicó Adalberto Santana, profesor del programa de posgrados en Estudios Latinoamericanos de la UNAM.
Esta llegada masiva de personas buscando ayuda coincide con la salida de otra caravana de unos 6.000 migrantes sur y latinoamericanos ubicados en el estado vecino de Chiapas, quienes debido a la saturación y las condiciones de vida que están sufriendo decidieron que avanzar es la única solución.
«Sabemos que cada vez la frontera entre México y EE.UU. se está cerrando», destacó Santana, agregando que la «política del presidente Joe Biden y la ola de tensión generada por las próximas elecciones en EE.UU., donde las candidaturas republicanas y demócratas están teniendo un discurso antimigratorio, cierra las posibilidades de un flujo migratorio de la frontera sur».
«Más que poder entrar a EE.UU. [los migrantes] se van asentando en determinadas localidades del territorio mexicano», aseveró. «Al Gobierno mexicano, que se identifica con una política progresista, le resulta difícil enfrentar este tipo de fenómenos», subrayó.
De acuerdo con un informe del Gobierno mexicano, entre enero y octubre de este 2023, la atención y asistencia humanitaria en el sureste mexicano se ha mantenido de manera permanente y en el mismo período ha entregado un total de 138.492 documentos migratorios. Pese a ello, el viacrucis de los migrantes no cede y sus intenciones de ingresar a México para seguir caminando hacia territorio estadounidense continúan.