Los beneficios de la siesta: salud, felicidad y rendimiento

Los beneficios de la siesta: salud, felicidad y rendimiento

La siesta ha sido reconocida a lo largo de diversas culturas como un medio eficaz para mejorar la salud, la felicidad y el rendimiento, con claras evidencias científicas que respaldan sus beneficios. Los efectos positivos de la siesta son notables en varias esferas de la vida diaria, desde la función cerebral hasta la salud física y la actuvidad laboral.

La siesta tiene un lugar importante en países como Argentina, España y China, donde es reconocida como un potenciador de la salud y la productividad. Incluso, en Japón, se la denomina “inemuri”, que significa “dormir mientras se está presente”.

Numerosos estudios indican que una gran porción de la población no duerme lo suficiente. Según encuestas de MattressNextDay, el 43% de las personas solo duerme seis horas por noche, mientras que el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos (NIH) recomienda entre 7 y 9 horas. Además, el 21% afirma despertarse cansado por la mañana. 

La falta de sueño se asocia con problemas cardiovasculares, obesidad, disminuciones en la longevidad y un aumento en problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad. La siesta surge así como una alternativa para compensar el sueño insuficiente durante la noche, apoyada por investigaciones publicadas en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.

Impacto en el rendimiento y el cerebro

Diversos estudios han destacado los beneficios cognitivos de las siestas. Según datos del Journal of Sleep Research, las siestas mejoran el tiempo de reacción, la alerta, la memoria y el rendimiento. Por otra parte, otros investigadores han hallado que breves periodos de sueño pueden incrementar la creatividad y facilitar la resolución de problemas, como se demuestra en la revista Science Advances.

Un estudio publicado en la revista Journal of Sleep Health señaló que las personas que duermen siestas tienen un mayor volumen cerebral total y mejor función cognitiva. Además, las siestas regulares están vinculadas a niveles más altos de felicidad. Según algunos estudios de la Universidad de Hertfordshire, aquellas personas que toman siestas cortas reportan mayor felicidad en comparación con las que toman siestas más largas.

Consejos para maximizar los beneficios de la siesta

No todas las siestas son iguales, y es esencial seguir ciertas pautas para obtener los máximos beneficios. Primero, es recomendable que las siestas sean cortas, de menos de 30 minutos o un máximo de 45 minutos. Según investigaciones de la Universidad de Hertfordshire, el 66% de las personas que tomaron siestas cortas se sintieron felices, en comparación con el 56% de aquellos que durmieron más tiempo. “Las siestas cortas están vinculadas con todo tipo de mejoras en salud y felicidad”, subrayan los investigadores.

Otro consejo importante es tomar la siesta en la primera parte de la tarde, cuando es más probable que la persona se sienta naturalmente cansada. Finalizar la siesta alrededor de las dos de la tarde puede evitar interferencias con el sueño nocturno, manteniendo la calidad del descanso por la noche. “Es mejor dormir siestas en alineación con tus ritmos circadianos”, asegura un estudio que aparece en diversas publicaciones científicas.