Cuando no es sequía es lluvia intensa devastadora. Así nos la pasamos los dominicanos durante los últimos años debido al cambio climático causado por el calentamiento terrestre, el cual es obra y hechura de los países industrializados, los más ricos. .
Por eso les toca a las naciones poderosas contribuir para que las más pobres y vulnerables, entre ellas República Dominicana, se preparen para mitigar los efectos del fenómeno.
En ese sentido, hay que resaltar el acuerdo emanado de la COP29, que concluyó este fin de semana en Azerbaiyán. Las partes aceptaron que los países ricos contribuyan con 300,000 millones de dólares anuales hasta 2035 para que las naciones en desarrollo enfrenten las consecuencias del calentamiento.
Lo aportan a regañadientes; pero es poco frente a lo que se ganan contaminando al mundo. Por lo pronto, quedemos atentos a cómo acceda nuestro país a esos fondos y cómo los utilice.
