Biden es sorprendido nuevamente con una nota en el G20 

Imagen Ilustrada
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La lista de instrucciones se refería a dónde sentarse y el orden de intervención durante la apertura de la cumbre.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha sido sorprendido una vez más con una nota detallando exactamente lo que debe hacer y cuándo, durante la cumbre del G20 en Bali, Indonesia.

En una imagen que se ha difundido en redes sociales, el mandatario aparece sentado con una lista de instrucciones que decía «usted se sentará en el centro» y «usted pronunciará el discurso de apertura», entre otras tareas.

Biden, que cumplirá 80 años el próximo domingo, asistió a la cumbre de dos días junto con otros líderes mundiales. En sus notas, el presidente también recibía instrucciones sobre cuándo debía hacerse fotos con los otros mandatarios antes de sentarse.

El líder estadounidense ha sido sorprendido utilizando una tarjeta con instrucciones de comportamiento en múltiples ocasiones, incluso en una reunión en junio sobre la asociación federal-estatal para la implementación de la energía eólica marina, celebrada en la Casa Blanca.

Hannah Hankins, exfuncionaria de comunicaciones de la Casa Blanca, dijo a Fox News que el uso de tarjetas de instrucciones durante eventos públicos es una práctica muy habitual entre políticos y miembros gubernamentales. De hecho, indicó que el expresidente Barack Obama también las utilizaba durante su mandato.

Esta no es la primera vez que las notas de Biden se vuelven virales. En julio del año pasado el presidente recibió una nota que decía lo siguiente: «Señor, hay algo en su barbilla».

Asimismo, el pasado mes de marzo se le vio sosteniendo una tarjeta en la que se podía leer «Puntos de conversación difíciles de preguntas y respuestas sobre Putin» (‘Tough Putin Q&A talking points’) durante una rueda de prensa sobre la situación en Ucrania.

Algunos de sus predecesores protagonizaron situaciones similares. Por ejemplo, en el 2019, Donald Trump fue captado durante su primer juicio político con una nota en la mano que decía: «No quiero quid pro quo».