Blake Lively acusó a sudirector y coprotagonista de “It Ends With Us”, Justin Baldoni, de acoso sexual en el set de la película y de un intento posterior de “destruir” su reputación en una denuncia legal.
La denuncia, obtenida por The Associated Press y que según The New York Times fue presentada el viernes ante el Departamento de Derechos Civiles de California, precede a una demanda judicial. Nombra a Baldoni, al estudio detrás del drama romántico “It Ends With Us” y a los publicistas de Baldoni entre los acusados.
En la denuncia, Lively acusa a Baldoni y al estudio de embarcarse en un “plan de varios niveles” para dañar su reputación luego de una reunión en la que ella y su esposo Ryan Reynolds abordaron el “acoso sexual repetido y otros comportamientos perturbadores” por parte de Baldoni y un productor de la película.
El plan, según la denuncia, incluía una propuesta para plantar teorías en foros de mensajes en línea, diseñar una campaña en las redes sociales y colocar noticias críticas sobre Lively.
Baldoni reclutó publicistas y gestores de crisis en un “plan de represalia sofisticado, coordinado y bien financiado” destinado a “enterrar” y “destruir” a Lively si hacía públicas sus preocupaciones en el set, según la denuncia.
“Para protegerse contra el riesgo de que la Sra. Lively alguna vez revelara la verdad sobre el Sr. Baldoni, el equipo de BaldoniWayfarer creó, plantó, amplificó y promovió contenido diseñado para destripar la credibilidad de la Sra. Lively”, afirma la denuncia. “Utilizaron las mismas técnicas para reforzar la credibilidad del Sr. Baldoni y suprimir cualquier contenido negativo sobre él”.
La denuncia también dice que Baldoni “se alejó abruptamente” del plan de marketing de la película y “usó contenido de ‘sobreviviente’ de violencia doméstica para proteger su imagen pública”.
Bryan Freedman, abogado que representa a Baldoni, Wayfarer Studios y sus representantes, calificó las afirmaciones de “completamente falsas, escandalosas e intencionalmente lascivas”.
Rechazó las acusaciones de Lively sobre una campaña coordinada y dijo que el estudio contrató «proactivamente» a un gerente de crisis «debido a las múltiples demandas y amenazas hechas por la Sra. Lively durante la producción».
Freedman también dijo que Lively amenazó con no aparecer en el set y no promocionar la película “si no se cumplían sus demandas”.
Esas demandas no fueron especificadas en la declaración, pero la queja de Lively enumera 30 demandas que, según ella, Baldoni y otros aceptaron después de su tensa reunión sobre sus preocupaciones sobre el ambiente de trabajo hostil.
Entre ellas: “no más mostrar videos de desnudos o imágenes de mujeres” a Lively y otras personas en el set y no más discusiones sobre pornografía, experiencias sexuales o genitales.
También dijo que Baldoni no debería preguntarle a su entrenador sobre su peso sin su consentimiento, no debería presionarla sobre sus creencias religiosas y no debería hacer “ninguna mención más de su padre muerto”.
También se requirió que un coordinador de intimidad estuviera en el set cada vez que Lively compartiera una escena con Baldoni y se le prohibió ingresar a su tráiler o al tráiler de maquillaje mientras ella estaba desvestida.
Las demandas también estipulaban que no habría “más improvisaciones de escenas de besos” ni se añadirían escenas de sexo a la película fuera de las que estaban en el guión que Lively aprobó cuando firmó.