¿Cuáles son los efectos de la cafeína si se toma antes de hacer ejercicio físico?

¿Cuáles son los efectos de la cafeína si se toma antes de hacer ejercicio físico?

La cafeína, un compuesto presente en alimentos como el café, el té, el chocolate y las bebidas energéticas, no solo es famosa por su capacidad para activarnos y mantenernos alerta.

También se la considera una aliada en el ámbito del rendimiento físico, con un papel clave en el metabolismo energético y la oxidación de grasas durante el ejercicio.

¿Cómo utiliza el cuerpo la energía de los alimentos para movernos?

Para comprender el efecto de la cafeína previamente debemos entender de dónde y cómo saca el cuerpo la energía.

Las células de las fibras musculares extraen la energía de los carbohidratos, de las grasas y de las proteínas. Y lo hacen convirtiéndolo todo a una de las “monedas de cambio” que entienden las células: el ATP o adenosintrifosfato.

La densidad energética de los diferentes “combustibles naturales” es diferente, siendo las grasas las que más energía aportan por gramo de peso.

El cuerpo tiende a la máxima eficiencia. Y como los humanos somos capaces de almacenar más cantidad de grasas que de carbohidratos, siempre que le sea posible nuestro cuerpo recurrirá a la grasa para obtener energía.

Al ser las grasas moléculas grandes y complejas, descomponerlas para obtener ATP es más lento que con otros sustratos. Por eso, cuando necesitamos mucha energía en un breve espacio de tiempo, nuestro organismo prioriza el uso de los carbohidratos, que se pueden descomponer más rápidamente para satisfacer las demandas energéticas inmediatas.

Recurrir a los carbohidratos tiene una limitación importante. Sus reservas en el cuerpo son limitadas, especialmente en forma de glucógeno en los músculos y el hígado (aproximadamente tenemos energía para unos 60 minutos de trabajo de intensidad si no nos suplementamos durante el ejercicio).

Durante ejercicios prolongados o de alta intensidad, como en una maratón o en ciclismo, el agotamiento rápido de las reservas puede conducir a la fatiga, disminución del rendimiento físico y mental y, a veces, agujetas y agotamiento muscular.

Además, dado que el cerebro requiere glucosa de manera constante, una baja disponibilidad puede afectar la concentración y la capacidad de tomar decisiones críticas durante la actividad física.

La cafeína hace que recurramos a las grasas

Más allá de su conocido efecto estimulante sobre el sistema nervioso central, la cafeína despierta un interés particular por su capacidad para influir positivamente en la oxidación de grasas durante el ejercicio.

Esto implica que, bajo el efecto de la cafeína, nuestro cuerpo tiende a utilizar más ácidos grasos como fuente de energía en intensidades bajas y moderadas de ejercicio físico, reduciendo así la tasa de oxidación de los carbohidratos o el glucógeno muscular y hepático.

Este mecanismo resulta particularmente ventajoso en disciplinas deportivas como ciclismo, maratones o triatlones, en las que preservar glucógeno implica que los atletas pueden mantener un alto nivel de rendimiento por más tiempo. Se ha descubierto, además, que la cafeína contribuye a conservar las reservas de glucógeno en los músculos, postergando el agotamiento y facilitando así una mejora en el rendimiento.