El hermano de Epstein presenta pruebas de que la muerte no fue un suicidio

El hermano de Epstein presenta pruebas de que la muerte del delincuente sexual no fue un suicidio

Aunque el financiero estadounidense Jeffrey Epstein, que organizó un entramado de tráfico sexual de menores, murió hace más de cuatro años, supuestamente por suicidio, sigue sin revelarse mucha información relacionada con la investigación del caso. Ahora, el hermano del fallecido delincuente, Mark, que habló con New York Post, intenta conseguir que esos datos se hagan públicos.

Epstein fue hallado muerto, aparentemente tras ahorcarse el 10 de agosto de 2019 en su celda del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan (Nueva York), donde esperaba para ser juzgado por cargos federales de tráfico sexual de menores. A pesar de que entonces un médico forense dictaminó que se trataba de un suicidio, hay quienes, incluido Mark, siguen poniendo en duda la versión oficial.

«Solo quiero revisar los hechos, pero cuando consideramos los hechos disponibles, nos surgen más preguntas. Parece que no hubo una investigación después de que se dictaminara que fue un suicidio […] Parece haber encubrimiento», dijo el hombre a The Post, presentando los resultados de su propia investigación de cuatro años.

Lesiones «extremadamente inusuales en los ahorcamientos suicidas»

Luego de haber hallado al empresario en su celda, en el proceso de autopsia participaron dos médicos forenses, entre ellos el Dr. Michael Baden, enviado por Mark para supervisar el procedimiento de forma independiente. Aunque llegaron a la conclusión de que era necesario seguir investigando, una semana más tarde, la jefa forense de Nueva York, Barbara Samson, dictaminó que se trataba de un suicidio y que no eran necesarias investigaciones complementarias. Aseguró que había visto «pruebas adicionales», pero nunca dijo cuáles.

Al mismo tiempo, Baden afirmó que el financiero tenía dos fracturas a cada lado del cartílago tiroides, cerca de la nuez, y una por encima, en el lado izquierdo del hueso hioides, lo que es «extremadamente inusual en los ahorcamientos suicidas». «No he visto en 50 años que eso ocurriera en un caso de ahorcamiento suicida», dijo, señalando que este tipo de lesiones pueden ser mucho más comunes en el estrangulamiento homicida.

Pruebas inexactas

A favor de esta versión también está el hecho de que no hay ninguna fotografía de la posición del cuerpo cuando fue hallado, un dato importante para determinar la forma exacta de la muerte.