Las pandillas van en serio en Haití y cumplen con su amenaza de atacar a todos los que trabajaron en el gobierno del primer ministro, Ariel Henry, quien dimitió esta semana.
Tras la aterradora advertencia, comenzaron por la casa del director general interino de la Policía Nacional de Haití, Frantz Elbé, la cual invadieron, saquearon y quemaron.
En el momento del atentado el número uno de la institución armada no estaba presente porque ya había logrado escapar de su casa ubicada en el distrito de la Comuna de Croix-des-Bouquets.
El ataque contra el jefe de la PNH -ocurrido la víspera-se produce días después de que miembros de la coalición de pandillas «Viv Ansanm», anunciaran que sus próximas acciones estarían dirigidas a las casas de altos funcionarios del Estado.
Este ataque al parecer es continuidad de otra de gran envergadura que tuvo como objetivo la sede del Ministerio del Interior y Gobierno Local de Haití.
Los bandidos abrieron fuego con armas automáticas al llegar al lugar. Acribillaron varias infraestructuras, prendieron fuego a los equipos, arremetieron contra dos generadores dejándolos de baja, y los conductos y motores del aire acondicionado central quedaron inservibles, además, destruyeron ventanas y muebles.
Antes de marcharse, los maleantes incendiaron seis vehículos al servicio de la cartera antes mencionada.
Las pandillas además de ampliar sus territorios, diversifican sus objetivos, y atacan ministerios, comisarías, comercios, aeropuerto, puerto, prisiones e incluso protagonizaron un tiroteo a escasos metros del Palacio Nacional.
Coinciden medios locales, que tales acciones organizadas, coordinadas y osadas evidencian que las bandas criminales dominan el 80 por ciento de Puerto Príncipe.
