Las ondas sísmicas del terremoto de magnitud 7,8 que sacudió la madrugada de este lunes el sudeste de Turquía y el norte de Siria fueron captadas por las estaciones sísmicas localizadas en Europa y América del Norte.
Se elaboró un modelo que muestra cómo las ondas sísmicas del terremoto en Turquía se propagaban por los países europeos.
La propensión de Turquía a los terremotos se debe a que parte de su territorio se encuentra ubicado entre la intersección de tres placas tectónicas (Anatolia, Arabia y África). De acuerdo con el Servicio Geológico de EE.UU. (USGC, por sus siglas en inglés), los terremotos ocurren a lo largo de los límites de estas placas tectónicas, que son losas masivas de roca de 16 a 257 kilómetros de espesor que siempre están moviéndose lentamente.
En el caso de los recientes sismos, fueron provocados por el movimiento de desplazamiento entre estas tres placas a lo largo de una zona de falla (Anatolia Oriental) en el centro-sur del país. El sismólogo de la University College de Londres (Reino Unido) Stephen Hicks precisó que los terremotos por deslizamiento son particularmente devastadores, ya que a diferencia de los terremotos por subducción, donde una falla se sumerge debajo de otra, estos pueden extenderse a lo largo de un área horizontal por mucho más tiempo.
A medida que las ondas sísmicas de un terremoto se propagan a lo largo de la superficie terrestre, estas ocasionan que el suelo comience a moverse. Este movimiento puede ser registrado por instrumentos de medición conocidos como sismógrafos, que convierten las vibraciones de las ondas sísmicas en señales eléctricas. Estos datos son mostrados como sismogramas en la pantalla de una computadora.
El Station Monitor del consorcio universitario EarthScope permite observar el movimiento del suelo de manera continua y en tiempo real mediante la utilización de datos sísmicos obtenidos alrededor del mundo.
Con respecto al último evento sísmico, EarthScope desarrolló una visualización animada donde se aprecia como las ondas sísmicas se alejan del epicentro del terremoto de Turquía y se propagan a gran velocidad. Es por esta razón que diversas estaciones sísmicas europeas y norteamericanas detectaron las vibraciones del terremoto de magnitud 7,8.