Puerto Príncipe, 2 abr (Prensa Latina) Los actos violentos protagonizados por las pandillas tras el fin de la Semana Santa elevaron las tensiones en esta capital, donde hoy se levantan más barricadas y los tiroteos siguen aterrorizando a la población.
Las barreras en las entradas de las comunidades no es una nueva iniciativa, pero la idea se extiende a las barriadas de Pétion-Ville. Esta zona -caracterizada por su paz- es ambicionada por las bandas criminales al incluirse en el 20 por ciento del territorio que los bandidos no controlan en Puerto Príncipe.
El terror es tan notorio que ya algunos barrios cuentan con brigadas, encargadas de vigilar las entradas y salidas.
La creación de estos destacamentos populares, es un empeño de los vecinos de preservar sus vidas y sus bienes, y aunque están conscientes del trabajo de la policía, saben que es insuficiente para detener a una coalición de pandillas que realizan ataques y saqueos de manera coordinada.
En ese contexto, la Policía Nacional de Haití refuerza la vigilancia sobre el Palacio Nacional, el cual fue por segunda vez atacado por bandas criminales, sin poder apoderarse del recinto.
La batalla urbana fue campal resultando heridos cuatro policías, mientras que los pandilleros capturaron un blindado y lo quemaron, relata el diario Le Facteur Haití.
Al parecer-según el rotativo digital -la coalición de pandillas Vivamos Juntos quería impedir la instalación del Consejo Presidencial de Transición.