Policía ecuatoriana irrumpió en la embajada de México para detener a un asilado

La Policía Nacional ecuatoriana entró en la noche del viernes a la Embajada de México en Quito y detuvo a Jorge Glas, exvicepresidente de Rafael Correa (2007-2017), después de que el gobierno mexicano le hubiese concedido el asilo político que había solicitado.

Como respuesta, el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó la suspensión de relaciones entre ambos países. El presidente mexicano denunció por su parte que este acto es «una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México».

El gobierno de Daniel Noboa indicó en un comunicado que «ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político» y que Glas «ha sido condenado con sentencia ejecutoriada (en firme) y contaba con disposición de captura emitida por las autoridades competentes». De este modo justificó una acción al margen del derecho. «Ecuador es un país soberano y no vamos a permitir que ningún delincuente quede en la impunidad», añadió el texto.

Además el gobierno ecuatoriano acusó a México «al haberse abusado de las inmunidades y privilegios, concedidos a la misión diplomática que albergaba a Jorge Glas, y conceder asilo diplomático contrario al marco jurídico convencional».

Glas, condenado por corrupción, permanecía en la legación diplomática mexicana en Ecuador desde que pidió asilo en diciembre, una petición que fue otorgada por México más temprano el viernes.