Santo Domingo, República Dominicana.- Sabes que si solicitas un préstamo para financiarte en lo privado o empresarial, la entidad prestadora evaluará tu solvencia y capacidad de pago, para asegurarse de correr el menor riesgo posible para la recuperación de su dinero.
Ese riesgo es uno de los aspectos que incide en el costo del dinero, o sea, la tasa de interés activa. A mayor riesgo, más alta; a menor, más baja.
Otro ejemplo similar es el de las primas de seguros. Serán más o menos caras en función del riesgo asumido por la compañía aseguradora.
Igual dinámica aplica en cuanto al crédito de las naciones. En el ámbito financiero global existen firmas que se dedican a evaluar el riesgo crediticio de los países, como son las renombradas Standar and Poor Global Ratings (S&P), Fitch Ratings y Moody’s Ratings.
La información que sirven esas compañías es muy relevante en los mercados de capitales.
Como dan opiniones independientes, los inversionistas confían en sus reportes para variadas transacciones financieras, como comprar deuda soberana o invertir sus capitales en distintas áreas económicas nacionales.
Las calificaciones de riesgo crediticias abarcan dos grandes grupos: grado especulativo y grado de inversión.
El primero supone alto riesgo de incumplimiento en el pago de deuda y compromisos financieros.
El segundo, refiere a bajo riesgo de incumplimiento en el pago de deuda y compromisos financieros.
Indica que en la nación, el gobierno tiene la capacidad de sostener un marco político coherente, con buena fortaleza económica, financiera e institucional, y sin preocupación sobre la capacidad de pago.
Ambos tipos de riesgos son otorgados mediante graduaciones. Por ejemplo, la escala de calificación de S&P en el especulativo va desde BB, B, CCC, CC, C y D, siendo D la más baja (incumplimiento de pago).
En grado de inversión, la escala de calificación de las agencias Fitch y S&P incluye AAA, AA, A y BBB, siendo AAA la más alta (alta capacidad de cumplimiento).
Dicho lo anterior, la pregunta obligada es cuál es la calificación crediticia de la República Dominicana.
Nuestro país permanece en el grado especulativo, confirmó a Reseñas el Ministerio de Hacienda.
“Si bien en los últimos años se han recibido mejoras y cambios de perspectiva de estable a positiva por las distintas agencias calificadoras de riesgo, dada la resiliencia de la economía dominicana y su capacidad de recuperación ante choques externos, la calificación actual aún se mantiene en un grado especulativo”, dijo la institución al responder un cuestionario de este medio sometido a través de la Oficina de Acceso a la Información.
Señaló que ese nivel limita el acceso del país a financiamiento con mejores condiciones financieras; le impide continuar ampliando la base de inversionistas y afecta la inversión extranjera.
En cambio, añadió, tener una calificación de grado de inversión supone diversas ventajas para el país en términos macroeconómicos.
“Dado que acelerará el crecimiento de la economía al contar con tasas de intereses más bajas, y a su vez, permitirá el aumento de la inversión extranjera directa, al mostrar al país como un destino de inversión extranjera fiable”, dijo.
Según la institución, la calificación de grado de inversión amplía la base de inversionistas extranjeros, ya que muchos exigen una calificación mínima de grado de inversión por las tres principales agencias calificadoras internacionales.
Del mismo modo, contribuye a una mayor flexibilidad fiscal que se traduce en una reducción de la carga fiscal en el presupuesto del Estado, al poder obtener financiamiento a un costo menor.
Gobierno busca el grado de inversión
En esa virtud, es fácil de entender que una de las metas del primer gobierno del presidente Luis Abinader fuera lograr el grado de inversión para la República Dominicana en un plazo de diez años.
Y es un objetivo de país desafiante. De hecho, en Latinoamérica solamente Chile, Colombia, México, Panamá, Perú y Uruguay tienen ese nivel de calificación crediticia.
Para alcanzar el anhelado grado de inversión, la República Dominicana necesita mantener alta institucionalidad, gobernanza, disciplina fiscal y estabilidad macroeconómica.
Al resaltar mejoras hacia la meta durante los pasados 4 años, Hacienda destacó que el país se encuentra a solo dos escalas de convertirse en grado de inversión con S&P, pues en diciembre de 2022 le mejoró la calificación de riesgo, pasando de “BB-” a “BB” con perspectiva estable, la cual fue ratificada a inicios de 2024.
La institución explicó que más calificadoras realizan visitas y revisiones anuales de la calificación y junto al grado otorgan perspectivas de calificación, que puede ser negativa, estable o positiva, según hacia donde se dirija una calificación en un período de uno a dos años, aproximadamente.
Dan además un factor de +/- que muestra diferencias relativas dentro de la calificación otorgada.
Dice reforma fiscal contribuiría al grado de inversión
Hacienda puntualizó que según los reportes más recientes de las agencias calificadoras, entre los puntos que el país requiere para obtener una mejora en la calificación está mejorar la proporción de intereses de la deuda pública sobre los ingresos fiscales.
También, continuar disminuyendo el porcentaje de deuda en moneda extranjera; continuar la fortaleza institucional y de gobernanza; continuar gestionando activa y eficientemente la deuda pública.
Otro requerimiento es que el país apruebe e implemente reformas que mejoren la planificación fiscal y de deuda, conduciendo a déficits fiscales más bajos y mayor crecimiento económico; y continuar eficientizando el gasto público.
Una “reforma fiscal integral”, resalta Hacienda, contribuiría a alcanzar esas mejoras, al fomentar un aumento de los ingresos del Estado y la productividad del país.
Dijo que el incremento de los ingresos fiscales fomentaría una reducción de la proporción que destina el Estado dominicano al pago de los intereses de la deuda pública, que actualmente es de 20 a 23 % de los ingresos.
Para las agencias calificadoras ese es un aspecto a mejorar muy observado, añadió.
“A su vez, esto se refleja en una mejora en los indicadores del portafolio de deuda, manteniendo su estabilidad y sostenibilidad en el transcurso del tiempo”, agregó.
Nota de la redactora: Agradecemos la colaboración de Mónica Peña Rodríguez, directora de Comunicaciones del Ministerio de Hacienda, para la producción de este artículo.