El ciclón invernal Vania se hizo notar en Moscú con fuertes nevadas que empezaron la noche del jueves y se prevé que continúen durante todo el viernes, paralizando la capital rusa y batiendo récords centenarios.
Durante un día en la ciudad de Moscú cayó una quinta parte de la cantidad mensual de precipitaciones, cifra que se elevó al 33 % en el caso de la provincia alrededor de la capital, afirmó Yevgueni Tishkovets, experto del centro meteorológico Fobos. La histórica nevada afectó otras áreas del país, especialmente las zonas occidentales, que es donde se registraron las mayores cantidades de precipitación. En la provincia de Kursk cayó un récord del 81 % del volumen mensual, en la de Oriol el 53 % y en la de Bélgorod el 57 %.
En algunas partes de la capital se puede acumular una capa de nieve de medio metro de grosor, advirtió Tishkovets en su canal de Telegram, afirmando que «en Moscú tales montones de nieve un 15 de diciembre no se habían visto en los casi 150 años de historia de mediciones meteorológicas regulares». Mientras tanto, los meteorólogos predicen otros 3-4 milímetros de precipitaciones durante el día.
Los servicios municipales de Moscú trabajan día y noche para retirar la nieve de las carreteras, aceras y de los tejados de los edificios. El teniente de alcalde de Vivienda y Servicios Públicos, Piotr Biriukov, comunicó que más de 130.000 personas y 18.000 unidades de equipo participan en las tareas de retirar la nieve.
El gobernador de la provincia de Moscú, Andréi Vorobiov, señaló que Vania seguirá azotando hasta el final de la semana en la región, donde más de 16.500 trabajadores de limpieza, 1.300 quitanieves y más de 1.100 trabajadores de carretera han estado despejando aceras y vías públicas desde las 6 de la mañana, y durante la noche han limpiado 13.000 kilómetros de carreteras. Vorobiov aconsejó a los ciudadanos desplazarse en transporte público en vez de vehículos personales. «Si no existe esa posibilidad, al menos tengan cuidado al conducir», alertó.
