Las violentas protestas que sacuden Francia desde el pasado martes han empezado a reducirse este domingo tras el despliegue policial masivo ordenado por las autoridades, que movilizaron a unos 45.000 policías y gendarmes para controlar los disturbios.
Así, durante la noche del domingo al lunes, la Policía francesa detuvo a 157 personas, informó el Ministerio del Interior, citado por medios locales. Se trata de una cifra significativamente inferior a las 719 detenciones practicadas el día anterior.
Por su parte, Patrick Jarry, alcalde de Nanterre, señaló que el nivel de violencia fue «prácticamente inexistente» anoche en su ciudad, recoge BFM TV.
Asimismo, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, comunicó que durante la noche no se registraron incidentes graves y se está restableciendo «el orden», informa Le Point.
Mientras, los alcaldes de las ciudades francesas convocaron este lunes concentraciones de rechazo a los disturbios, definidas como «una movilización de los ciudadanos por la vuelta al orden republicano».
Consecuencias de las protestas
En total, unas 3.200 personas han sido detenidas desde el inicio de las protestas, indicó Darmanin, quien detalló que «el 60 % de estas 3.200 personas carecen de antecedentes penales y no son conocidas por la Policía» y que la edad media de los arrestados es de 17 años.
Según afirmó, incluso hay niños de 12 o 13 años que incendiaron edificios o atacaron a policías o funcionarios.