Kenya vive hoy un drama humano dentro de la tragedia que sufre desde marzo debido a la ruptura del muro de una presa en el occidente del país cuyas aguas causaron muerte y destrucción.
La fractura de la pared de contención provocó un alud de agua que a su paso devino una mortífera masa de lodo, árboles arrancados de raíz, casas y sus contenidos el cual arrastró a la muerte a 45 personas, mientras decenas están desaparecidas, según un primer conteo.
Fuentes oficiales revelaron que el número de damnificados por las brutales precipitaciones, devenidos deplazados internnos bordea los 192mil.
El embalse, llamado Vieja represa de Kijabe, está localizado en el área de Mai Mahiu, del Gran Valle del Rift, zona proclive a experimentar inundaciones causantes de muertes y que, por esas paradojas de la historia, fue asiento de los primeros humanos hace 230 mil años, según recientes estudios.
Antes de conocerse los detalles del colapso de la presa, el presidente keniano, William Ruto, convocó una reunión especial de su gabinete ministerial para analizar la situación y adoptar las primeras medidas de auxilio a la población, acorde con un despacho de Prensa Latina.
Desde marzo pasado este país del este africano sufre los embates de densos aguaceros generados por el fenómeno climático El Niño-Oscilación del Sur, al igual que otros países de la misma localización geográfica: Tanzania, Burundi, además de la República Democrática del Congo, localizada en la zona ecuatorial del continente.
La relación oficial de muertes por los desastres generados por las lluvias en Kenya bo4den los 200; la cifra de desaparecidos aún está por computar al igual que el monto de las pérdidas materiales.
