El ensayo se produce días después de que Kim Jong-un instase a reforzar las fuerzas armadas del país durante una reunión del Partido de los Trabajadores
Pyongyang ha enviado este miércoles sus credenciales para el nuevo año en forma de misil. Corea del Norte lanzó esta mañana a modo de prueba un proyectil hacia el mar de Japón que el Ejército surcoreano ha identificado como un misil balístico.
El ensayo, el primero desde octubre, se produce días después de que Kim Jong-un prometiese reforzar las fuerzas armadas de su país “para contrarrestar la inestable situación internacional” y horas antes de que el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, colocara la primera piedra de una línea de ferrocarril que, se espera, conecte la península coreana en un futuro. El proyecto fue uno de los puntos clave que los líderes de las dos Coreas trataron durante las negociaciones de 2018, que quedaron estancadas un año después.
El Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur informó esta mañana de que Pyongyang había disparado alrededor de las 8.10 (0.10 en la España peninsular) hacia el mar del Este (como se conoce al mar de Japón en las dos Coreas) lo que en un primer momento se calificó de “proyectil no identificado”. Minutos después, las autoridades militares surcoreanas indicaron que parecía tratarse de un misil balístico lanzado desde el interior de Corea del Norte y que estaban haciendo un seguimiento estrecho de la situación, en cooperación con las fuerzas estadounidenses.
El Ejecutivo japonés también ha reaccionado rápidamente ante este alarde de poderío: “Es realmente lamentable que Corea del Norte haya lanzado reiteradamente misiles desde el año pasado”, criticó el primer ministro de Japón, Fumio Kishida. “El Gobierno reforzará más que nunca la alerta y la vigilancia”, agregó. Según el ministro nipón de Defensa, Nobuo Kishi, el misil voló casi 500 kilómetros antes de precipitarse en las aguas entre Corea del Norte y Japón.
Los medios estatales norcoreanos no han informado sobre el lanzamiento de este miércoles, así como tampoco se han pronunciado sobre si Kim Jong-un hizo mención a Estados Unidos o Corea del Sur durante la reunión de cinco días del Partido de los Trabajadores, que finalizó el 31 de diciembre en Pyongyang. Sí que recogen que el líder supremo de Corea del Norte puso el énfasis en que su país debía centrarse en aliviar la escasez crónica de alimentos, uno de los mayores problemas con los que ha tenido que lidiar durante su década en el poder, e instó a “impulsar las capacidades de defensa del país sin demora”.
La última vez que el régimen de Kim Jong-un realizó este tipo de maniobras militares fue el 19 de octubre, cuando probó un misil balístico lanzado desde un submarino. El desarrollo y uso de tecnología de misiles balísticos u otros dispositivos nucleares por parte de Corea del Norte constituye una violación a las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobadas desde 2006.
En un comunicado emitido por el Gobierno surcoreano y que recoge la agencia de noticias Yonhap, el Consejo de Seguridad Nacional expresó su preocupación por este ensayo nuclear “en un momento en el que la estabilidad es extremadamente necesaria tanto dentro como fuera del país”. China albergará a partir del 4 de febrero los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno, mientras que Corea del Sur celebrará elecciones presidenciales el 9 de marzo. Los miembros del Consejo también enfatizaron la importancia de reanudar las negociaciones con Pyongyang cuanto antes.
“Existe la preocupación de que las tensiones puedan aumentar y el estancamiento de las relaciones intercoreanas pueda agravarse”, advirtió ante los medios Moon Jae-in, quien ha hecho de la aproximación al Norte uno de los pilares de su legislatura. “Corea del Norte debería esforzarse con más seriedad”, añadió el mandatario.
Moon se encuentra en la ciudad costera surcoreana de Goseong, cerca de la frontera con el Norte, donde asistió este miércoles por la mañana a la ceremonia de inicio de la construcción de una línea de ferrocarril para reconectar las dos Coreas. Corea del Sur aspira a exportar sus productos por tren a China, Rusia y Europa atravesando su vecino en el Norte. En 2018, los líderes de ambas naciones acordaron unir las vías ferroviarias de los dos países, pero el proyecto quedó aparcado después de que las negociaciones de desnuclearización entre Pyongyang y Washington se truncaran en la cumbre de Hanoi de 2019.
El actual inquilino de la Casa Azul, firme en su empeño por lograr un avance diplomático antes de que termine su mandato de cinco años, ha calificado el arranque de las obras como “un peldaño para la paz y el equilibrio regional en la península coreana”.