Londres, 23 abr (Prensa Latina) Científicos de varias universidades inglesas investigan hoy la relación entre las fases de la Luna y el Sol con las construcciones de Stonehenge, un estudio que comenzó esta primavera y durará hasta mediados de 2025.
De acuerdo con los arqueoastrónomos de las universidades de Oxford, Leicester y Bournemouth, existen amplias posibilidades de que el monumento megalítico inglés se alinee con las posiciones del satélite natural de la Tierra y del Astro Rey.
El equipo, dirigido por English Heritage, mantiene una teoría de conexión entre el antiguo monumento y una «gran parada lunar», fenómeno astronómico poco común que ocurre cada 18,6 años, el cual ocurrirá de este año al próximo; y se refiere al punto en el que la salida o puesta de la luna alcanzan sus puntos más lejanos a lo largo del horizonte.
«La gran parada ofrece vistas aún más espectaculares de nuestro vecino celestial cuando sale y se pone, y será un punto destacado de la astronomía en 2024, por ello, se quiere presenciar sus efectos visuales en las piedras: patrones de luz y sombra, para buscar influencias», señalaron los científicos.
Al respecto, el profesor Clive Ruggles, de la Universidad de Leicester, recordó que la relación arquitectónica de Stonehenge con el Sol es bien conocida, «pero su vínculo con la Luna se comprende menos».
El especialista afirma que las cuatro ‘Station Stones’ se alinean con las posiciones extremas de la Luna, y los investigadores han debatido durante años si esto fue deliberado. «De ser así, cómo se logró y cuál podría haber sido su propósito», cuestiona.
Stonehenge es un monumento del Neolítico y la Edad de Bronce situado en la llanura de Salisbury, Wiltshire, en el sur de Inglaterra.
Su origen se remonta a finales del Neolítico y se enmarca dentro del megalitismo, el cual se extendió por gran parte de Europa occidental, que consistía en la construcción de distintos monumentos con grandes bloques de piedra, siendo Stonehenge el más conocido.
Durante mucho tiempo se pensó que este famoso sitio de Stonehenge sirvió como un calendario antiguo, dada su alineación con los solsticios; pero varias son las indagaciones sobre su arquitectura.
