«Siguen los despidos en el Estado”. El comentario en las redes sociales no aludía al «plan motosierra» que pulveriza al empleo público en Argentina sino a la decisión del ultraderechista Javier Milei de terminar su breve pero mediático vínculo sentimental con Fátima Florez, la actriz que ganó notoriedad como imitadora de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
El mandatario comunicó la ruptura desde Estados Unidos, poco después de encontrarse con el empresario Elon Musk. El encuentro, según el diario Perfil, fue definido por colaboradores de Milei como «un amor a primera vista» entre ambos. Después de ese relampagueo en Texas, el anarco capitalista sorprendió a los argentinos con el fin de otro «amor a primera vista» que siempre fuemirado con sospecha de los conocedores de la farándula.
Las condiciones de la ruptura, dijo el diario opositor Página 12, «fueron negociadas» entre el presidente y la cómica en Miami. Ella lo había acompañado, junto con Karina Milei, la cogobernante de este país. La entonces pareja se besó delante de los fotógrafos. El gesto no sugería el adiós que se informaría a la brevedad.
