Moscú: Rusia está preparada para la posibilidad de sanciones económicas por parte de EE.UU.

La sede del Banco Central de Rusia en Moscú, el 9 de enero de 2022.

Rusia está preparada para la posibilidad de nuevas sanciones económicas por parte de EE.UU., afirmó este miércoles el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov.

«El Kremlin está ciertamente preocupado, porque el comportamiento de las sanciones de EE.UU. es totalmente imprevisible«, declaró Peskov, quien agregó que Washington «mantiene su imprevisibilidad a nivel internacional en este sentido».

Sin embargo, Rusia tiene «planes de cobertura de riesgos para minimizar las consecuencias de esas acciones imprevisibles», señaló el vocero.

Asimismo, Peskov instó a EE.UU. a «renunciar a las acciones provocadoras y no exacerbar las tensiones en el continente europeo». 

El pasado 12 de enero, un grupo de congresistas demócratas encabezado por Bob Menendez, presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE.UU., presentó un proyecto de ley con medidas restrictivas contra Moscú en caso de que se produzca una escalada en Ucrania.

El documento, denominado ‘Ley de Defensa de la Soberanía de Ucrania de 2022’, prevé la imposición de sanciones contra el presidente ruso, Vladímir Putin, el primer ministro, los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y otros miembros de la cúpula militar del país, así como la limitación del acceso ruso a los sistemas interbancarios internacionales, como el SWIFT.

Al día siguiente, Dmitri Peskov advirtió que la imposición de sanciones contra Putin sería un paso equivalente a una ruptura de las relaciones entre Rusia y EE.UU. «La imposición de sanciones contra el jefe de Estado y contra el líder de Rusia, repito una vez más, es una medida exagerada que es comparable a una ruptura de relaciones», declaró el portavoz presidencial.

Las sanciones se están discutiendo en medio de las acusaciones de Occidente a Rusia por presuntamente preparar una invasión militar de Ucrania. Por su parte, Moscú rechaza estos señalamientos y acusa a la Alianza Atlántica de militarizar a su país vecino.