Devastadores incendios forestales pudieran ocurrir en Grecia este verano tras una etapa invernal que resultó la más calurosa registrada en el país.
De diciembre a febrero, la temperatura promedio máxima fue de 11,3 grados centígrados, poco menos de dos puntos por encima del promedio de máximas invernales de 1960 a 2024, según el Observatorio Nacional de Atenas.
Las temperaturas estuvieron por encima de lo normal la mayoría de los días, con sólo pequeños intervalos de frío, dijo a la prensa local Konstantinos Lagouvardos, director de investigación de esa entidad.
El cambio climático está aquí, sin duda, afirmó el científico de uno de los países europeos más afectados por el clima, donde los incendios forestales mataron al menos a 20 personas el verano pasado.
En tanto en otoño, lluvias torrenciales récord arrasaron viviendas, tierras agrícolas y cultivos, aumentando la preocupación por las frágiles defensas climáticas del continente.
Por otra parte el clima cálido puede ser una noticia adversa también para los agricultores, cuyos cultivos, incluidas las famosas aceitunas griegas, se benefician de inviernos fríos y una temporada de floración en primavera.
